Rafael Céspedes Morillo
Aparenta, es posible y ojalá sea, me luce que el pueblo venezolano decidió hacer un cambio.
Todo me dice que así será, que, por encima de las diferencias y falta de una verdadera unidad, Venezuela sin que se vea una organización para ello, sino una manifestación colectiva de un mismo deseo, decidió expresarse con un decir: ¡basta ya!, no más hambre, no más atropellos, no más presos políticos, no más muertos por disentir, ¡basta ya! Queremos libertad, queremos comer, queremos tener acceso a la salud y a la educación.
¡Basta ya! de que un país pequeño como Cuba, gobierne un país grande como Venezuela. Venezuela debe ser para los venezolanos, donde tenemos de todo, solo nos falta un gobierno del pueblo y para el pueblo y creo que eso comienza a construirse, a que habrá paz, gobernabilidad, democracia y prosperidad.
Que la abundancia de las carencias llegará a su fin.
Un desgobierno como el que hace sucumbir a Venezuela no debería seguir.
El llamado chavismo desaparecerá en unos meses, el llamado madurismo desaparecerá más temprano que el chavismo.
Nuevas figuras surgirán y nuevos aires se respirarán en la nueva Venezuela. Claro, vendrán época de adaptación, de sembrar lo justo para cosechar lo adecuado.
Lo bueno que vendrá no será por decisión y el simple cambio, será por unidad, entrega, comprensión y luchas.
Vendrán los nuevos equivocados, los que, abriendo las puertas de la participación, se podrán desbocar en carreras infecundas. Es lo que menos necesita Venezuela.
Debería desaparecer ese marcado interés en Miraflores más que en lo que realmente debe importar: Venezuela toda, la Patria de Bolívar, Sucre, Miranda y la Chinchinchirá, pero también del gocho, del ñero y el caraqueño.
El chavismo no tiene bases, no tiene líderes ni tiene fuerzas. Comentaba con una amiga, muy chavista en los años anteriores, y ella me decía: ‘’es que si Chávez reviviera, moriría de inmediato, no por el cáncer, sino por la vergüenza de lo que son sus frutos, incluidos sus sustitutos’’.
20 años no son nada, pero eso es así, si no son los últimos vividos en Venezuela. Confiamos en que vendrá 20 años de calidad y de compresión entre los venezolanos.
Que la lección haya sido aprendida y jamás olvidada, para que estas elecciones de líderes mesiánicos sea su final y comience la época de la dirección por liderazgos conscientes y comprometidos con el bienestar de todo un pueblo, Venezuela, que tiene meritos y merecimientos.
Si estuviera cerca de los que dirigen la campaña de Edmundo González les sugeriría solo dos cosas: 1- Hacer una auditoría de la campaña y
2- Poner en marcha un proyecto que llamaría: ‘’Conquistando mi territorio’’.