El Banco Central de la República Dominicana (BCRD) reveló que, desde 2020 hasta la fecha, el tipo de cambio ha registrado una mayor volatilidad en comparación con años anteriores; sin embargo, esta fluctuación no ha derivado en una mayor depreciación del peso dominicano.
Por el contrario, establece, que la tasa anual promedio de depreciación descendió de 3.6 % en el período 2012-2019 a 2.95 % entre 2020 y 2025, lo que evidencia que una mayor volatilidad cambiaria no necesariamente genera una depreciación más acelerada bajo un régimen de metas de inflación.
Así lo expone el ensayo titulado “El comportamiento cambiario en República Dominicana desde la pandemia: fundamentos, régimen monetario y determinantes”, elaborado por Elisa Vilorio de Painter, Ph. D., y Julio Andújar Scheker, Ph. D.
El documento destaca que, desde 2020, la economía dominicana ha enfrentado choques externos significativos, disrupciones en las cadenas de suministro, contracción de la economía global y presiones de inflación importada, factores que han incrementado la volatilidad tanto de los precios como del tipo de cambio.
“A pesar de ello, el comportamiento cambiario ha sido ordenado, respaldado por fundamentos macroeconómicos sólidos y políticas creíbles, lo que ha permitido anclar expectativas y fortalecer el rol del mercado como amortiguador de choques externos”.
METAS DE INFLACIÓN Y POLÍTICA MONETARIA
El documento recuerda que, desde 2012, la República Dominicana adoptó un esquema de política monetaria basado en metas de inflación (EMI), con un objetivo de 4.0 % ± 1.0 %, en un horizonte de 18 a 24 meses.
“El principal instrumento es la tasa de política monetaria (TPM), cuya gestión se comunica al mercado para influir en las expectativas y facilitar el cumplimiento de la meta. Con dicha adopción se descartó de facto cualquier meta cambiaria cuantitativa, limitando las intervenciones a moderar episodios de volatilidad excesiva en el mercado”.
Durante los primeros años de este esquema, las intervenciones cambiarias fueron más frecuentes, con el objetivo de evitar que la volatilidad se trasladara a los precios, lo que, según el análisis, restó credibilidad inicial a la nueva estrategia monetaria.
“Como resultado, la volatilidad cambiaria promedio durante 2012-2019, medida por la desviación estándar, fue de apenas 1.1 %. A medida que el efecto del tipo de cambio sobre los precios se fue reduciendo, las intervenciones se moderaron, elevando la volatilidad promedio a 4.4 % en el período 2020-2025”.
El estudio indica que el traspaso máximo promedio de las variaciones del tipo de cambio a los precios, en un período de 12 meses, fue de 69 % en 2012, mientras que en 2025 se redujo a 27 %.
INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA Y CONFIANZA
En un contexto global marcado por la fragmentación del comercio y las tensiones geopolíticas, el ensayo señala que la inversión extranjera directa (IED) mundial cayó de 3.6 % del producto interno bruto (PIB) global en 2015 a apenas 1.3 % en 2024.
“En contraste, la IED en la República Dominicana aumentó de 3.1 % del PIB en 2015 a 3.6 % en 2024, y se proyecta en 3.7 % para 2025, lo que refleja la confianza de los inversionistas extranjeros en el potencial del país”.