El Orden Internacional: ¿Orden o desorden?



Ramón Vargas

Muchos se preguntarán (yo, entre ellos), ¿de qué sirve el llamado orden internacional, realmente? De lo poco que sé, solo ha sido utilizado por las grandes potencias para agredir a los más débiles.

Cuando en la Península de Crimea del 4 al 11 de febrero de 1945 se efectuó la Conferencia de Yalta con los tres líderes vencedores de la segunda guerra mundial, es decir, Winston Churchill, Franklin D. Roosevelt y José Stalin, el mundo quedó dividido en dos grandes bloques de influencia, dando inicio a un nuevo orden internacional. Ese mundo bipolar, también conocido como Este‐Oeste, Oriente‐Occidente, estaba respaldado por sus respectivos arsenales militares representados por el Pacto de Varsovia y la OTAN. Esa paridad donde «la destrucción mutua estaba asegurada», posibilitó medio siglo de relativa paz. En ese período de la llamada guerra fría, en algunos momentos no tan fría, como la guerra de Corea y la de Vietnam, pudimos sobrevivir.

La huelga iniciada en agosto de 1980 en los astilleros de Gdansk dirigida por el polaco Lech Walesa, marcó el inicio del derrumbe de la URSS, cuyo final no lo pudo evitar la PERESTROIKA de Mijaíl Gorbachov. La demolición del muro de Berlín derrumbó el Bloque Soviético como castillo de naipes.

Ese dramático acontecimiento nos llevó a navegar en océano desconocido. Pasamos de la bipolaridad a la unipolaridad.

El nuevo orden dirigido por los Estados Unidos (triunfador de la guerra fría), y sus vasallos europeos, lejos de traer estabilidad, han fomentado los conflictos a lo largo de todo el globo terráqueo.

Todas las instituciones creadas al amparo del mal llamado orden internacional solo sirven para defender los intereses del denominado mundo occidental. La crisis de ese mundo unipolar no tiene salvación en un planeta donde ellos representan menos del 15% de los que los habitamos.

Sus sanciones y el dólar como armas de presión y chantaje irá perdiendo efectividad y fuerza. Los europeos serán los más perjudicados, estos no tienen los recursos que tiene Estados Unidos. Europa, si bien tiene muchas riquezas por su desarrollo tecnológico e industrial, tiene una gran debilidad: carece de recursos energéticos y mineros para la industria y calentar sus hogares.

Son los mismos defensores de este mal llamado orden internacional los que agredieron Irak, los que masacraron la población civil de Serbia, los que invadieron Afganistán y muchos otros pueblos indefensos ante el poderío de la OTAN. ¿Dónde están los demócratas del llamado mundo libre cuando cada año, la votación en la ONU, para levantar el criminal bloqueo contra Cuba, siempre termina 190 contra 2?

Recientemente, Joe Biden, dirigiéndose a un grupo de empresarios dijo: «se avecina un nuevo orden internacional y los Estados Unidos debe estar listo para liderarlo».

En lo del nuevo orden tiene razón, en cuanto a liderarlo parece que está en un desierto viendo un espejismo.
Despierte de esa burbuja, presidente, el mundo cambió, la unipolaridad ya no existe. Bienvenido al mundo de la multipolaridad.

Comparte esto!