Economista Guillermo Caram califica de extraño comportamiento del gobierno con el gasto de capital

Dice que en el nivel económico vamos bien; también las recaudaciones

Jacqueline Morrobel

El economista Guillermo Caram consideró hoy que en el gobierno existe un comportamiento extraño con relación al gasto de inversión de capital, ya que a su juicio siempre comienza muy lento en el año y al final termina volcándose en los tres últimos meses.

Manifestó que este año, el gobierno lleva el mismo ritmo, un gasto de capital bajo, con relación al nivel que el mismo gobierno ha presupuestado.

Sostuvo que la tendencia del gobierno es que, en los tres primeros trimestres el gasto de capital ha sido bajo y el último trimestre ha sido un empujón, ya que el gran impulso lo tuvo en los últimos tres meses del año “pero esa es una práctica delicada”.

Destacó que el gobierno debe explicar ese comportamiento y manifestó que ante ese escenario, él entiende que para cerrar la cifra anual con un buen número o con un nivel de inversión de gasto de capital, buscaron una forma contable de aumentarlo.

“Por ejemplo, avanzando a las instituciones, a las empresas o los contratistas los niveles de gasto de capital, o gastándolo muy apresuradamente para alcanzar la meta presupuestaria, pero eso es peligroso”, sostuvo.

Asimismo, resaltó que no se explica cómo un presidente que inaugura y anuncia proyectos, y da palazos y picazos de construcción de obras, no se traduzca eso en inversión de capital “ese es el paso lógico y eso no se plasma en una estructura del gasto adecuado y compatible con los anuncios presidenciales”.

No obstante, el economista sostuvo que el gobierno está teniendo buenas recaudaciones.

La maquinaria gubernamental no va en sintonía con el presidente

Por otro lado, durante su participación en el programa La Hora 22, con la conducción de Gregory Caimares, el economista Guillermo Caram sostuvo que para él la maquinaria gubernamental no va en sintonía con el presidente, y “hay dos velocidades”.

Caram explicó, primero, que el gobierno está teniendo buenas recaudaciones, y en segundo lugar, el gobierno vendió bonos soberanos a finales del 2020 y todavía tiene un colchón presupuestario que le permite ejecutar.

Destacando entonces, que para él no es un problema de disponibilidad de recursos, sino que es un problema de maquinaria administrativa, que le dé seguimiento y que camine a la velocidad del presidente.

Es una asintonía gubernamental con relación a la velocidad que tiene el presidente de la República, aunque sostuvo que las causas pueden ser múltiples.

Situación fiscal del gobierno

El también ex secretario Técnico de la Presidencia, se refirió a la situación fiscal del gobierno y señaló que a medida que se demore más, se va a constituir en una bomba más potente.

Dijo que el gobierno está gastando mucho y hay una empleomanía que está creciendo y mientras se tenga esa estructura de gasto, que a la vez genera gasto de funcionamiento, que genera más publicidad y más maquinarias de apoyo para cada funcionario que se designe, en esa medida la situación se hará deficitaria y se tornará más difícil.

Destacó que el país debe las dos terceras partes del Producto Interno Bruto, lo que equivale a un endeudamiento consolidado.

No obstante, dijo “no tengo duda que a nivel económico vamos bien, porque tenemos una potencialidad económica. Tenemos recursos naturales, empresarios, trabajadores, quienes impulsan el crecimiento económico”, indicó.

Se debe reformar la Ley de Hidrocarburos

Consultado sobre la Ley de Hidrocarburos, dijo que se debe reformar, pero no como lo ha propuesto el gobierno, que a su juicio la complica, sino someter al mercado un régimen de competencias “a veces se confunden las propuestas».

Entiende que, no es que el gobierno deje de percibir sus impuestos, pero hay cosas de la Ley de Combustibles y de las reglamentaciones burocráticas que no tienen sentido y distorsionan la competencia, por ejemplo, por qué hay que fijar un margen fijo de beneficios para distribuidores y transportistas, que en algunos renglones llega a un 20%?.

Destacó que a veces hay un costo político en el poderío económico “y no es verdad que esto se va a enfrentar al costo político en lo popular, y cuando hay abuso, hay malestar.

Dijo que mientras haya razones para cabildear ante un funcionario, más razones hay para fortalecer la corrupción.

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