Relaciones internacionales entre las nuevas republicas hispanoamericanas




Isidro Toro Pampols

La independencia de las repúblicas hispanoamericanas fue un proceso que se desarrolló en distintas velocidades y las relaciones entre los nuevos países tuvieron sus incidencias.

La invasión napoleónica de la península ibérica en 1808 llevó al rey Carlos IV de España abdicar del trono en favor de su hijo Fernando VII y luego cederlo al francés José I, reconocido con el mote de Pepe Botella; este hecho dio como respuesta la conformación de juntas regionales en la América Meridional que no reconocían el mando del invasor francés.

La Guerra de Independencia en la América del Sur tiene como lideres fundamentales, entre otros, a Simón Bolívar y José de San Martin, dos colosos militares que asumían ideas distintas del porvenir de Hispanoamérica. Ambos inspirados en las corrientes del liberalismo de la época, pero con sus diferencias: Bolívar era rousseauniano, mientras que San Martin concebía el futuro de los pueblos en el marco del desarrollo constitucional británico. Bolívar era furibundo republicano, San Martin aceptaba fórmulas de monarquía constitucional instituidas en Europa. Uno y otro estaban de acuerdo con la alianza con la Gran Bretaña, especialmente tras la conformación de los Cien Mil Hijos de San Luis, que fue un contingente del ejército francés que invadió España en 1823 con el fin de liquidar el gobierno liberal, sostener el Antiguo Régimen y restaurar el absolutismo borbónico con Fernando VII como monarca. Bolívar, como muchos otros lideres hispanoamericanos, lo veían como una amenaza a las nacientes republicas de la región.

Bolívar y San Martin condujeron sus ejércitos, el primero de Norte a Sur, el segundo viceversa, encontrándose en Guayaquil, hoy Ecuador, en 1822. Ambos gigantes se reunieron en la ciudad el 26 de julio de ese año. En un encuentro que aún permanece en secreto lo que allí discutieron. Recordemos que eran hermanos masones. Tras la entrevista, San Martin se retiró del Perú y tiempo después de la vida pública, sin mediar conflicto aparente, conato de guerra civil y sin manifestar resentimiento contra el Libertador Bolívar. Es importante señalar que historiadores han demostrado el origen apócrifo de supuestos reclamos anti bolivarianos, lo que forma parte de la grandeza de San Martin.

La independencia de la América Meridional trajo casi de inmediato problemas entre algunas republicas. En 1816 tropas luso-brasileñas invaden la Provincia Oriental del Rio de la Plata, siendo incorporada al Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve. De su lado, Paraguay vive a partir de 1810 una situación entre la independencia nacional o ser parte de Brasil o las Provincias Unidas de Buenos Aires. Lo resume el discurso del doctor José Gaspar Rodríguez de Francia en el Congreso reunido el 24 de julio de 1810 en el Real Colegio de San Carlos quien afirma: “Esta asamblea no perderá su tiempo debatiendo si el cobarde padre o el apocado hijo es el rey de España (…) Ninguno de ellos es ya rey del Paraguay (…) La única cuestión que debe debatirse en esta asamblea y decidirse por mayoría de votos es cómo debemos defender y mantener nuestra independencia contra España, contra Lima, contra Buenos Aires y contra el Brasil.”(1) Es atrayente el desarrollo histórico que condujo a la formación del pueblo y posterior Independencia del Paraguay, lo que permite entender algunos sucesos que posteriormente impactaron a esa parte de la América del Sur.

Volviendo al Uruguay, en 1825 desembarcan un grupo de patriotas, reconocidos como los Treinta y Tres Orientales, quienes declaran la Emancipación iniciándose una larga lucha hasta que en 1828, con intervención británica, se reconoce la Independencia del Estado Oriental del Uruguay. Este hecho histórico que se describe en pocas líneas, implico una ardua negociación diplomática emprendida por la Corte de Rio de Janeiro que, ante las derrotas militares sufridas, logró un éxito político al impedir que Uruguay retornase al Rio de la Plata, hoy Argentina y los ingleses formalizaran geográficamente un pequeño país entre los dos colosos del Sur y además controlar una rivera del estratégico Rio de la Plata.

Pero ese no fue el único conflicto que empaño las relaciones entre países en la América Meridional. En 1828 se desató una guerra entre la Republica del Perú y la Gran Colombia por temas territoriales, disputa que paso al plano diplomático que se zanjó con el acuerdo de límites entre ambos países en 1932. En 1832 la guerra entre Ecuador y la Nueva Granada, Colombia, igualmente por espacios geográficos. Y así, sucesivamente, en la primera mitad del siglo XIX ocurrieron guerras entre Argentina, Bolivia, Perú, sin contar las guerras civiles e incluso donde intervinieron abiertamente fuerzas extranjeras como en la Guerra del Paraná (1845-1850) en el marco de los conflictos en Uruguay y Argentina.

La relación de México con la América Central también registra sus conflictos. En 1813 se firma el Acta de Independencia de la América Septentrional (México) en Chilpancingo. En 1820 acontece en España un pronunciamiento militar que instaura el Trienio Liberal, restableciendo la Constitución de Cádiz, hecho que fue sofocado en 1823 por el ejército invasor francés conocido como los Cien Mil Hijos de San Luis. En medio de esas circunstancias, se forma en México el Primer Imperio, bajo la presidencia de Agustín de Iturbide y según el Tratado de Córdoba, acuerdo firmado entre las tropas insurgentes y los representantes realistas, se le ofrecería la corona azteca a un representante de la monarquía española, cosa que no sucedió y tras algunos eventos Iturbide se proclama como el emperador “Agustín I”, siendo coronado el 21 de julio de 1822 en la Catedral Metropolitana de Ciudad de México.

En paralelo Centroamérica vive su proceso y, en resumen, tras la instauración del Trienio Liberal en Madrid, 1820, el conocido Reino de Guatemala, es dividido en dos: la Provincia de Guatemala, con capital en Ciudad de Guatemala y la Provincia de Nicaragua y Costa Rica, con capital en León. Ambas con independencia administrativa, pero dependían militarmente de Guatemala. En 1821 las Cortes españolas decidieron erigir en provincias la mayoría de las comarcas centroamericanas, lo que promovió la declaratoria de independencia de algunas de estas nuevas demarcaciones político-territoriales.

En 1821 los sectores conservadores de Guatemala iniciaron la anexión territorial al México monárquico, lo que permaneció hasta 1823 al proclamarse la República, lo que llevó a esos mismos grupos a la separación y la creación en 1824 de las Provincias Unidas de Centroamérica, que reunió a los países emergentes con excepción de Chiapas que decidió quedar unido con el país azteca.

La relación de Centroamérica con México ha sido de atracción y de recelo por lo imponente de un vecino tan grande en sus fronteras. De su lado, los países centroamericanos entraron en una tensión entre liberales y conservadores que termino en la separación creando entidades políticas independientes y en guerras fronterizas.

El ideal de Francisco de Miranda, Simón Bolívar y muchos otros héroes hispanoamericanos de crear lazos solidos entre las nacientes republicas e incluso procurar la independencia de Cuba y Puerto Rico, fue imposible como consecuencia de los intereses locales, muchos de conservadores y otros liberales, en quienes han primado sus provechos parroquiales más que la visión de una Hispanoamérica grande que se edifique, todos a una, en un espacio de libertad, armonía y calidad.

Bibliografía
Boersner, Demetrio. Relaciones internacionales de América Latina. Breve historia. Quinta edición. Editorial Nueva Sociedad. Caracas (Venezuela) 1996.
Wikipedia
Nota
1) Tomado de Wikipedia con referencia a: Vittone, Luis (1960). El Paraguay en la lucha por su independencia. Págs. 13/14. Asunción (Paraguay): Imprenta Militar, Dirección Publicaciones.

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