La Unidad y Fortaleza De La OTAN: Se Cae El Mito Occidental




-Ramón Vargas

La invasión de la Federación Rusa a Ucrania, su vecino en sus fronteras occidentales, significó una activación temporal del belicista engendro de Washington y sus satélites europeos que sueñan con seguir mirando un espejismo «que el viento se llevó». El futuro de esa organización, que en sus filas tiene dos caballos de troya (Erdogan y Orbán), y donde las decisiones se asumen por unanimidad, ya pinta de castaño a oscuro.

El New York Times, libre de sospecha de estar contra Occidente, en un reciente artículo refiriéndose al líder turco, señaló:» Erdogan es un dolor de cabeza porque juega en ambos lados de la alambrada».

Así, mientras el octogenario presidente norteamericano imploraba ayuda en el Medio Oriente (dice Trump que parecía un mendigo pidiendo ayuda energética), Erdogan se reunía con los dos principales enemigos de los Estados Unidos: Putin y Raisi en Teherán. Y no sólo eso, el líder turco amenazó de nuevo a Suecia y Finlandia si no aplican los acuerdos de bloquear su ingreso a la OTAN.

¿Y cuáles son los acuerdos?, que Estocolmo y Helsinki le entreguen a los dirigentes kurdos que viven en esos países europeos a los que Turquía califica de terroristas. Eso pone a Suecia y Finlandia, con tradición de proteger líderes perseguidos, en una situación difícil.

La posición de Erdogan se ha radicalizado luego de una marcha en Estocolmo bajo el lema «todos somos PPK», el partido que busca establecer la República del Kurdistán, en parte del territorio turco. Y mientras Recep Tayyip Erdogan le saca el cuerpo a la UE y a su brazo armado de la OTAN, el líder húngaro, Viktor Orbán, le asestó otro golpe a la belicista organización atlántica. En visita a la ciudad rumana de Baile Tusnand, soltó estas perlas: «no debemos estar con Ucrania, sino entre Rusia y Ucrania; enfocarnos en la paz. El enfoque de la UE no funciona».

Calificando la política en cuatro pilares:

1‐ «Ucrania puede derrotar a Rusia con instructores y armas de la OTAN».

2‐ «Las sanciones debilitarán el liderazgo de Moscú».

3‐ «El impacto de las sanciones perjudicarán más a los rusos».

4‐ «El mundo apoyará a Ucrania y a Occidente porque tienen la razón».

Luego de establecer la estrategia de los cuatro ejes, dijo: «eso es comparable a un carro con las cuatro gomas pinchadas, sencillamente hay que reemplazarlas».

Así las cosas, en un mundo cada vez más interdependiente con tantos intereses que se entrecruzan, con líderes regionales que buscan sus espacios y un Estados Unidos con su capacidad disuasoria en disminución constante, no es posible vivir de espalda a esa realidad.

La política de oponerse a todo lo que llegue de Pekín y Moscú, solo aislará y debilitará a los miopes políticos occidentales. Ya en sus propias estructuras comienzan las contradicciones y acusaciones.

Una ministra alemana dio la voz de alarma diciendo: «si no resolvemos el problema del gas ruso, es posible que en vez de ayudar a Ucrania, estemos enfrentando los disturbios que vienen».

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