El Movimiento Antigonish y el cooperativismo



Isidro Toro Pampols

En Canadá, con alrededor de 38 millones de ciudadanos, las cooperativas asocian más de 12 millones y emplean unas 140.000 personas. Es importante conocer el denominado Movimiento Cooperativo de Antigonish, desarrollado desde la Universidad de San Francisco Javier, Nueva Escocia, por su alta influencia no solo en las provincias marítimas de Canadá, sino por sus repercusiones en varios países de América por la acción de numerosos sacerdotes formados en sus aulas.

Lo importante del Movimiento Antigonish es que supo combinar la educación de adultos, las cooperativas, las microfinanzas y el desarrollo de la comunidad rural para ayudar a las colectividades pequeñas, alrededor de las zonas marítimas de Canadá, a mejorar sus circunstancias económicas y sociales basados en sus recursos.

Por su relación religiosa, los promotores cooperativistas se ocuparon del desarrollo humano y espiritual de los asociados. Parten de un principio fundamental: alcanzar la libertad económica y social, esencial para alcanzar el individuo su plenitud.

El sacerdote católico Moses Michael Coady (1882-1959) fue un educador de adultos y empresario cooperativo, promotor del Movimiento Antigonish. En su libro Masters of Their Own Destiny, resume el deseo de ver a los habitantes de Nueva Escocia alcanzar la libertad económica y social: «consideramos -argumenta- que es una buena pedagogía y una buena psicología, comenzar con la fase económica … que podamos alcanzar más fácilmente la espiritualidad y la cultura hacia la que se dirigen todos nuestros esfuerzos».(1)

Hasta principios del siglo XX Nueva Escocia era una región empobrecida donde los prestamistas hacían grandes negocios a costilla de agricultores y pescadores. En 1861 se fundó la primera cooperativa de consumo y en 1890 grupos de agricultores formaron cooperativas para zafarse de los agiotistas, las que corrieron poca suerte. Para 1912 la Sociedad Cooperativa Canadiense Británica comenzó a dar muestras de fortaleza y fue el pivote que coadyuvo a la expansión del cooperativismo en la región con la participación del sacerdote Jimmy Tompkins, quien había regresado ese año de Inglaterra cargado de proyectos sobre como la universidad podía involucrarse en la solución de los problemas de las comunidades rurales a través de la educación de adultos y la organización de cooperativas. Esto se presentó como un “terremoto intelectual”, no sin obstáculos ya que la propia Universidad de San Francisco Javier lo “exilio” en una comunidad aledaña en Canso, Nueva Escocia, pero allí el padre Tompkins puso en prácticas sus ideas que permearon más allá de la localidad, llegando las noticias a la prensa de la zona lo que catapultó el enfoque, se incorporaron nuevos promotores entusiastas generando un movimiento cooperativo de grandes repercusiones no solamente en Canadá, sino en América Latina, especialmente en Colombia, México, Venezuela, República Dominicana y especialmente en Puerto Rico. Ejemplo es el cura Pablo Steele, quien es considerado como padre del cooperativismo dominicano.

La historia del cooperativismo es interesante por lo que estudiarla y comprenderla contribuye a internalizar la filosofía cooperativista en la conciencia de cada asociado a lo largo y ancho del mundo lo que auxilia los procesos de cambio necesarios que buscan el progreso con armonía social en las comunidades.

Nota y bibliografía

(1) https://es.abcdef.wiki/wiki/Antigonish_Movement
https://es.wikipedia.org/wiki/Comisi%C3%B3n_de_Antigonish

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