Dando Jaque: Viene El Cuco…



-Ramón Vargas

Europa está en vilo. El tiempo es Implacable e irreparable… está cerca el invierno y para desgracia del Continente Europeo, la estación invernal dura más de tres meses: comienza en noviembre y termina después de marzo.

Si bien casi todas las reservas de gas están llenas, se prevé que no durarán más de dos meses. El cambio climático significa más calor en verano y más frío en invierno. Así como producción de inundaciones por un lado y sequía por otro.

Europa, por su ubicación geográfica, está donde más azota el frío. Los gobiernos están nerviosos; cuando la demanda suba por la necesidad de calentar los hogares, y los precios se disparen, las protestas de los ciudadanos pedirán cuentas. En ese contexto, los ucranianos serán los que más sufrirán, ahí no habrá protestas; es un país ocupado en el Este y el Sur por Rusia y en el Norte y el Oeste por la OTAN. Para esto ciudadanos, desgraciadamente, todo escaseará. Vivirán en la edad media… Tendrán un frío invierno sin electricidad, sin agua y poca comida (además del aterrador sonido de los drones sobre sus cabezas).

Pero eso no parece importar a nadie, después de todo, esos ciudadanos tienen categoría de prescindibles. En el discurso todos los defienden, en las acciones los muelen y machacan…

Para Zelensky, el invierno será más caliente que frío. Mientras su pregonada contraofensiva, a pesar de la propaganda occidental, luce frenada y estancada, los rusos han colocado líneas defensivas impenetrables a lo largo de los territorios que controlan. Esto con el evidente propósito de masacrarlos cuando venga el invierno y estén más vulnerables. Esas líneas están en territorio ucraniano a cientos de kilómetros de Rusia.

Cuando Moscú se replegó de Járkov a Jersón, y esto fue celebrado por Occidente como una victoria de Ucrania, no calcularon por su visión de ver por sus deseos y no por la realidad, que la guerra se decidirá en el Este y el Sur, no en el Norte y el Oeste.

Jersón conecta con Crimea y niega el acceso de Ucrania al Mar de Azov. También deja abierto el corredor de Nicolaiev que conduce a Odesa y cierra el camino de Kiev, al Mar Negro.

Los recursos de Ucrania son finitos. Zelensky ha convertido su País en un estado chupacabras. Vive en la mendicidad política: para sobrevivir, depende de otros.

Los que ayudan ya están, por diversas razones, al límite de sus posibilidades. Los republicanos ya dicen que si ganan no habrá cheques en blanco. Los europeos con sus propios problemas, tendrán que poner más atención en su patio que cada vez se agravan más. Y todo esto, si lo ve un humilde observador como yo, que no será Putin el más sagaz y oportunista líder de los últimos años…

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