Enrique Patín Veloz, un investigador de temas patrióticos y filosóficos



Isidro Toro Pampols

En el interior del Museo Casa Duarte se encuentra la Biblioteca Enrique Patín Veloz en honor de un dominicano ejemplar quien durante más de cuarenta años realizó una promoción Duartiana y juntamente con el ilustre mocano Julio Jaime Julia y otros intelectuales, fundan en 1964 el Instituto Duartiano.

Nuestro personaje nace el 16 de enero de 1919. Es hijo de dos ilustres maestros: el catedrático filólogo Manuel Antonio Patín Maceo y la profesora Angela Veloz.

Estudia en la Escuela Normal e inmediatamente en la Universidad de Santo Domingo donde cursa la licenciatura en Filosofía, luego obtiene el doctorado en la materia para finalmente estudiar Derecho.

En su tránsito por las aulas universitarias recibió clases de un grupo de profesores españoles, quienes eran republicanos exiliados tras la Guerra Civil en la península.

Su tesis doctoral se titula «Introducción a la Psicología Popular Dominicana» y en 1950 publica un interesante y novedoso folleto sobre “observaciones acerca de nuestra psicología popular”, cuando en el país la psicología no era parte de las preocupaciones, ni de la Academia ni de la dictadura trujillista.

La misma es uno de los primeros estudios en la que aborda con espíritu científico muchos aspectos de lo complejo del pensamiento dominicano y la forma de ser de los moradores de nuestras zonas populares.

La obra investigativa de nuestro personaje es prolija: Duarte y la historia; Observaciones acerca de nuestra psicología popular; Las enseñanzas cívicas de Duarte; Las clases sociales en Santo Domingo; El sentido masónico de la vida y la obra de Duarte; este publicado en 1956 por la Librería Dominicana.

Las obras precitadas son tan sólo una muestra de su extensa producción que incluye temas patrióticos, filosóficos y de bibliotecología.

Funda en la Universidad Autónoma de Santo Domingo la Cátedra Extra Curricular Juan Pablo Duarte, actividad que comparte con la enseñanza de la Historia Social Dominicana, que imparte por más de diez años en dicha casa de estudios.

Además de ser el primer presidente del Instituto Duartiano, Enrique Patín Veloz tenía inclinaciones por los estudios de la filosofía perenne, teosofía y esoterismo en general.

Fue por muchos años director del Departamento de Cultos de la entonces llamada Secretaría de Estado de Educación, Bella Artes y Cultos y, según refiere Tony Raful (“¡No vuelvas a provocarlo, dijo Avilés!”, Listín Diario, 15 de julio 2014), existía en torno a la figura de Patín Veloz un halo de misterio ya que no eran poco los que lo consideraban una especie de hechicero capaz de controlar las fuerzas recónditas de la Naturaleza.

A mediados del siglo XX no era fácil hablar de esos temas ya que se colocaba rápidamente en la gaveta del ocultismo cualquier estudio que partiera del orden simbólico que buscase la construcción espiritual del individuo más allá de cualquier organización religiosa, particularmente del catolicismo.

Patín Veloz fue un prominente masón y por su fervor por el Padre de la Patria, los divulgadores del ideario de Juan Pablo Duarte, quien también fue masón, así como la mayoría de los Trinitarios y los firmantes de la Constitución de San Cristóbal, le han mostrado respeto al bautizar con su nombre la Biblioteca del Instituto Duartiano, inaugurada el año 2003.

En diciembre del 2022, la Sociedad Dominicana de Bibliófilos (SDB) puso en circulación tres nuevas obras literarias, “Ensayos”, de la autoría de Ramón Francisco; “Panorama histórico de la literatura dominicana”, de Max Henríquez Ureña; y “El sentido masónico de la vida y obra de Duarte”, de Enrique Patín Veloz.

Los honores no deberían quedarse allí. Este es un personaje civil que merece el reconocimiento de la intelectualidad dominicana y particularmente de aquellos quienes pertenecen a la cadena fraternal universal de la masonería.

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