Dr. Isaías Ramos
En la antesala de un nuevo año electoral en nuestra nación, se presenta una oportunidad crítica: la de reflexionar profundamente sobre nuestro impacto en el entramado político y social de nuestra nación.
Este momento nos exige cuestionar y redefinir el verdadero significado de un voto responsable y consciente.
A lo largo de nuestra historia, hemos sido espectadores de cómo una política mal guiada puede arrastrar a un país hacia un abismo oscuro y profundo. Hemos visto un sistema retorcido que sirve despiadadamente a la avaricia de unos pocos, mientras ignora las necesidades y derechos de la mayoría. La manipulación, el engaño y la corrupción se han convertido en herramientas de una clase política que parece haber traicionado evidentemente su deber hacia el pueblo.
Sin embargo, este futuro sombrío no está escrito en piedra. Como ciudadanos empoderados, tenemos el poder de reescribir nuestra realidad.
La clave yace en nuestro compromiso activo con un proyecto político y social fundamentado en principios sólidos, valores éticos firmes y metas justas y claras. Un proyecto que no solo rechace la manipulación y la falsedad, sino que también abrace con fuerza la justicia social, el respeto inquebrantable a los derechos constitucionales y un desarrollo económico y social inclusivo.
Reflexionemos sobre nuestras familias, sobre aquellos en situaciones vulnerables, y sobre nuestro rol como catalizadores del cambio.
Es hora de dejar atrás a esos líderes que, lejos de servir al pueblo, han explotado sus necesidades y perpetuado un ciclo vicioso de miseria e ignorancia. Es el momento de apoyar a líderes auténticos, verdaderamente comprometidos con el bienestar de todos los dominicanos, no solo con sus intereses personales o los de sus patrocinadores.
Desde el Frente Cívico y Social, instamos a cada ciudadano dominicano a unirse a un movimiento que busca forjar un nuevo amanecer para nuestra nación. Un amanecer donde renazca la esperanza, donde se fortalezca la fe y donde, juntos, propiciemos la transformación crucial que nuestra sociedad anhela.
Un proyecto que no solo busque mejorar la economía, sino que también promueva el trabajo digno, el respeto absoluto a los derechos sociales y el fomento de la producción local.
Como pueblo, cargamos con la responsabilidad y el poder de escribir el próximo capítulo en la historia de nuestro hermoso país. Un capítulo donde seamos los arquitectos de nuestro destino, donde nuestras decisiones electorales reflejen nuestros valores más profundos y aspiraciones más altas, y donde cada voto sea un paso firme hacia un futuro más justo y próspero para todos.
En el FSC estamos convencidos de que este es el momento de actuar con valentía, de participar con convicción y de hacer resonar nuestras voces. Juntos, podemos construir un futuro que nos llene de orgullo, un legado para las generaciones venideras, un futuro donde cada dominicano tenga la oportunidad de prosperar y contribuir al bienestar colectivo.
Es tiempo de ser los héroes de nuestra historia, tiempo de renovación y esperanza para, juntos, erigir la nación donde reine el orden, la justicia sea su alma y el respeto a la igualdad de oportunidades su estandarte.
¡Despierta, RD!
