-Ramón Vargas
«Algo huele mal en Dinamarca» es frase común cuando algo no anda bien en cualquier faceta de la vida. Tiene su origen en el drama «Hamlet», escrito por el gran dramaturgo inglés, William Shakespeare, en el 1601, y es una de las grandes obras de la cultura universal. En ella se refiere a la advertencia que le hacía Claudio, el ayudante del príncipe que lleva el nombre de la obra de «algo olía mal en el nórdico país».
Luego de estar advertido “Hamlet”, el fantasma de su padre se le aparece diciéndole que había sido asesinado por su hermano para robar su mujer (la madre del príncipe) y su trono. La evolución de los últimos acontecimientos en Ucrania, luego de las declaraciones responsables del ayudante presidencial de Zelensky, Alexéi Aristóvich, diciendo que un misil que impactó un edificio, matando medio centenar de civiles, fue disparado por fuego aéreo de la defensa y no por los rusos.
Parece que el ayudante, que fue destituido y humillado por los nazis ucranianos, lo que quiso decir, igual que Claudio a «Hamlet», es que algo huele mal en Ucrania.
Habría que ver (eso sólo Zelensky lo sabe) si los fantasmas de la cúpula del ministerio del interior de Ucrania muertos en el «accidente aéreo» en Kiev, están atormentando a un Zelensky cada vez más nervioso…
Y es que la conquista de Soledar y el cerco a Bajmut por parte de las tropas de Moscú en el Donbás, luego de una férrea defensa donde murieron miles de soldados, está perfilando la realidad de lo que será un desenlace, donde su ilusión de triunfo vendido y patrocinado por países que en realidad poco les importan los ucranianos, comienza a desmoronarse.
Nadie en su sano juicio puede pensar que un país careciendo de energía y con todas sus estructuras vitales destruidas, incluso dependiendo de ayuda para alimentarse, puede vencer a un País con la maquinaria de guerra que tiene Rusia.
La ilusión de Estados Unidos y sus aliados europeos a través de la política de sanciones y aislamiento para doblegar a Moscú, ha sido un total fracaso, está agotada y solo funciona en la cabeza de Biden y los vasallos de Europa.
Hay una realidad que la brutal propaganda occidental quiere, pero no puede esconder, y que las votaciones en la ONU no necesariamente reflejan… ¿Cómo puede estar aislado un país que tiene apoyo, directa e indirectamente, relaciones con países que representan el 80% del mundo: China, la India, Indonesia, Brasil, México, África del Sur, Argentina, Irán, Iraq, Egipto, Arabia Saudita, casi todos los países africanos, los asiáticos y latinoamericanos?, ¿O no es así?
¿La razón? muy sencilla: el mundo se cansó y está decidido a construir un mundo multipolar que termine la hegemonía de Estados Unidos y Europa; donde todos tengan derechos y sean dueños de su propio destino. Ya nada será igual…
