Del Cielo al Suelo: la cara dura de Miguel Vargas



Dando Jaque

-Ramón Vargas

Me decía un comunicador amigo: «lo que debe evitar todo hombre es convertirse en sinvergüenza después de viejo». Hay quienes los son ‐le decía yo‐ desde el vientre inicial hasta la tumba final. Incluso los hay, que su continua falta de vergüenza termina convirtiéndolos en payasos y hazmerreir de los demás.

En la selva de nuestra política, hay un caso único en el mundo, un político que asumió el liderazgo y la candidatura de un partido que ocupaba (de lejos el primer lugar) con más del 45% de la simpatía, lo ha degradado a un 0,03% y, lo que es peor, todavía aspira.

El antiguo PRD, dirigido por el fogoso líder José Francisco Peña Gómez, terminó convertido en una finquita con dos vaquitas flacas y uno o dos borregos, en propiedad de Miguel Vargas para hacer negocios. Todo eso con la complicidad de los enemigos históricos del buey que ya no jala y un jacho que tampoco prende. Peña Gómez debe estar revolcándose en la tumba.

Hoy, paradoja de la vida, recibe más reconocimiento de los que lo combatimos políticamente que de aquellos que sólo mencionan su nombre para negociar, y que en su accionar son antítesis de todo lo que el difunto líder predicó.

Lo cierto es que José Francisco no merecía ser traicionado por tantos: familiares, amigos y compañeros. Estando vivo, en plena lucha por la candidatura presidencial, recibió una de las peores puñaladas: la familia Guzmán de Santiago (con la terrible Sonia a la cabeza), ¿Se acuerdan de ella?, sacó un comunicado de apoyo al PLD.

También sus hijas o parte de ellas, después de muerto el líder, formaron una entelequia que se llamó «Luces del Milenio», para apoyar a los enemigos del líder muerto.

El caso de Peggy Cabral (la viuda), que forma una dupleta perfecta con Miguel, se ha convertido en una incondicional de Vargas; no por coincidencia, sino por conveniencia. Esta, con el cadáver todavía fresquecito de Peña Gómez, ha participado y apoyado todos los proyectos reeleccionistas, donde al parecer le ha ido muy bien…

Es indignante ver a estas personas hablar del pensamiento de Peña Gómez cuando uno observa que son los peores oportunistas y negociantes de la política. Que todavía existan dos o tres alcahuetes que sigan a Miguel y el cascarón del PRD; es entendible en un país de tanta miseria, pero resulta risible que hablen de convención y renovación de un cadáver, que hasta el mismo Chochueca ya rechaza.

Ahora que la finquita de Peggy y Miguel está degradada a un 0. 03%, con menos votos que el partidito del cabo Zorrilla, la pregunta es: ¿Conseguirá Miguel que le ofrezcan una regiduría…?

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