Dando Jaque: Se Soltó el Diablo en Baní



-Ramòn Vargas

La pasada semana las informaciones daban cuenta de que Lucifer se había presentado en una escuela en la comunidad de Mata Gorda, Provincia Peravia.

Al parecer, su maloliente presencia cargada de azufre, enfermó a más de un profesor y estudiante.

No quedó claro el propósito de su presencia; es posible que tratara de aprender un poco de inglés para visitar a su admirado Joe Biden, o un poco de computación en este cada vez más complicado mundo, en donde hasta el mismo diablo debe aprender tecnología…

Hay que preguntar si soltaron al abusador de Baní y si visitando la referida comunidad, fue confundido con el mismo Belcebú…

O que simplemente el diablo haya decidido, envidiando la hermosa tierra que nos proporcionó Dios a los dominicanos, visitarnos con más frecuencia.

Yo, en mi caso, me he acostumbrado a escuchar las historias de sus andanzas por el País.

Me contaba Pliz, personaje del 8 ½ de la Carretera Sánchez, que en una ocasión, mientras bajaba las escaleras del Mirador Sur, se encontró con el mismo demonio.

De repente ‐me comentó‐, mientras descendía una lluviosa y oscura noche, un hombre muy alto y elegantemente vestido, me cortó el paso.

Yo ante la situación y el temor‐ me seguía diciendo‐ solo atiné a sacar un cigarrillo y pedirle un fósforo.

El diablo se echó a reír con su enorme boca y una dentadura más reluciente que el diente de Pedro Navaja; se puso el cigarrillo en la boca que fuego botaba y me dijo: «ven, pendejo, enciéndelo aquí».

Además de las tantas historias, yo mismo a diario y a todas horas, me encuentro con el demonio: cada vez que voy a los negocios y me facturan, veo el diablo…

Cuando un motor con dos a bordo me pasa cerca, siento la presencia del demonio…

Cuando recibí la información del profesor que presuntamente violó y provocó la muerte de aquella niña de 16 años, sentí la presencia de Lucifer…

Cuando miro un presidente que privatiza todo y un Congreso que endeuda hasta a los que no han nacido, sólo veo al mismo diablo.

No sé si es que San Miguel está de vacaciones o muy viejo para hacer su trabajo.

A este paso de tanta presencia demoníaca, debemos mandar una carta al mismo Francisco Bergoglio, para que venga y nos ayude a liberarnos de Belcebú…

Comparte esto!