Los crímenes fueron una respuesta del poderoso líder de la pandilla Kraze baryè al asesinato de tres integrantes de la banda por residentes de zonas de Cargot, Route de Frères y Tunel, según el reporte de medios locales de prensa.
La situación provocó el desplazamiento de cientos de personas muchas escuelas permanecieron cerradas, mientras la población reclamaba la intervención de la policía para enfrentar a los grupos armados.
El ataque tuvo lugar tras un tenso fin de semana que vivió la capital con la incursión de hombres armados en Marlique, un barrio del sudeste de Puerto Príncipe que dejó al menos dos muertos y nueve vehículos y viviendas incendiadas, entre ellas la del periodista Cossy Roosevelt.
También en Laboule y Thomasin se escucharon disparos de armas automáticas durante la noche del domingo, y regiones como Doko, Dieg, Morèt, Meyòt y Colèt experimentaron disturbios como consecuencia de enfrentamientos entre bandas, mientras que en el centro de la ciudad fue asesinado el sábado un funcionario del Banco de la República de Haití.
El país caribeño sigue inmerso en una de violencia sin precedentes, mientras el Gobierno clama la ayuda internacional y el despliegue de tropas extranjeras para contener a las pandillas que han asumido el control efectivo de gran parte de Puerto Príncipe.
Además, 152 personas resultaron heridas, dos mujeres continúan en paradero desconocido y otras 260 fueron víctimas de secuestro en sus domicilios o lugares públicos desde principios de año, criticó el organismo que instó a las autoridades a cumplir sus obligaciones.
Las acciones de las pandillas tienen lugar en un contexto de recrudecimiento de la extrema violencia y violaciones sistemáticas del derecho a la vida, la integridad física y la propiedad, advirtió la Binuh.
También denunció que el departamento de Artibonite se ha convertido en escenario de conflictos entre grupos armados, motivados por el deseo de aterrorizar a la población y controlar más territorio.