La barahúnda de la encuesta




Isidro Toro Pampols

Tras haber pasado un tiempo prudencial, expreso algunas consideraciones sobre la encuesta Gallup publicitada el día 10 de abril.

Desde el ángulo del PRM, les fue útil para atacar la estrategia del presidente Leonel Fernández del empate técnico con la posible candidatura del presidente Abinader.

Los números que reflejan el instrumento indican que, para la primera semana de abril, hay una diferencia que va más allá del empate técnico.

A lo interno del partido de Gobierno, reanima a muchos que se sentían agobiado por una realidad que arropa a todos por la crítica situación en materia de inflación, delincuencia e incluso algunos servicios públicos que muestran deterioro por falta de seguimiento o mantenimiento.

Los números les insufló nuevos ánimos, pero no para caer en triunfalismo, como acertadamente lo apunto Alfredo Pacheco, quien observa que muchos se sienten vencedores.

Al buen analista, el documento le indica que hace falta una acción política a lo interno que se oriente hacia un programa positivo de modificación de conducta en funcionarios y empleados estatales que, en algunos casos, restan votos con su actuar y, de otro lado, animar a las bases descontentas por no haber sido tomadas en cuenta, especialmente ante una eventual segunda vuelta electoral, que también se puede inferir según el instrumento.

Una cosa es el presidente Abinader y otra es su Gobierno, se percibe que la gente siente la discutida acción de la Administración Pública más que las expresiones de optimismo del precandidato-presidente.

Igualmente, la encuesta aborda una serie de aspectos los cuales indican claramente que el Gobierno no la tiene fácil, que la realidad obliga a fortalecer las columnas que sostienen el proyecto presidencial reeleccionista y a buscar nuevos aliados.

Frente a esa situación, se encuentran con un panorama complejo en cuanto a individualidades y agrupaciones políticas que, en la medida en que le explotan los problemas al Gobierno, hacen planteamientos que implican exigencias a veces difícil de satisfacer y siempre reduciendo los espacios a sus compañeros de partido.

Del lado de la oposición, la encuesta mineraliza la dinámica que tiende a polarizar la elección presidencial entre las candidaturas de Leonel Fernández y Luis Abinader.

Pero también señala un rumbo hacia la conformación de un frente opositor que le permitan mantener y ganar nuevos espacios en los niveles municipal y congresual, plazas que le dan visibilidad a las pequeñas agrupaciones políticas.
Frente a la conformación del precitado bloque de oposición, el Gobierno posiblemente argumentará en torno a los casos de corrupción, pero es un arma de triple filo, de un lado, es marcar a todos los militantes de un partido porque algún miembro haya incurrido en un ilícito.

Segundo, de lo anterior, activa los sentimientos de solidaridad a lo interno de las organizaciones entre la gente decente que es la inmensa mayoría en cada organización, incluso en el PRM y, tercero, se expone a recibir las críticas sobre supuestos casos en las filas gubernamentales.

Recordemos que la corrupción la entiende la población casi como un mal endémico y el combate total exige un gran acuerdo donde participen no solamente los actores políticos y judiciales, sino muchos sectores de la sociedad dominicana.

Así que la corrupción como argumento político electoral cala en reducidos sectores o como aderezo en un menú más amplio de críticas y allí el Gobierno va en desventaja porque tiene el rol de defender la gestión actual.

El avispero político electoral está siempre laborioso en República Dominicana.

Se reactivo el 16 de agosto del 2020 con el gabinete, le dieron una sacudida en abril del 2021 cuando el PRM modificó sus estatutos y consagró la reelección; continuo al momento en que los partidos activaron sus mecanismos de elección de sus autoridades.
Hasta ahora, el avispero cubría un espacio moderado del espectro social. Se sabe que para el instante en que los candidatos se encuentren en la calle buscando sus posiciones a nivel municipal, parlamentario y presidencial, el avispero se agitará, pero simuladamente el PRM le dio una sacudida adelantada con la encuesta y aumentó la dinámica.

Luego de dos semanas de la presentación, creo que el Gobierno obtuvo parcialmente unos frutos, no todos los que esperaba y el presidente Leonel Fernández quedó como el líder de la oposición.

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