Ramón Vargas
En algún momento ‐ojalá no sea muy tarde‐, alguien debe parar la masacre que está sucediendo en la guerra de Ucrania…
Hace más de dos semanas que inició la, hasta ahora, fracasada contraofensiva por presiones de Occidente y la OTAN, en busca de resultados para seguir justificando el envío de dinero y pertrechos, que pagan los contribuyentes de los países occidentales que ven disminuir su nivel de vida por culpa de burócratas indolentes e irresponsables.
¿Cómo es posible que se estimule y permita que un comediante payaso esté enviando miles de hombres todos los días a una muerte segura?
Los expertos militares habían advertido que lanzar una contraofensiva sin cobertura aérea a una línea defensiva (como la que Rusia había establecido), es decir, la llamada “defensa en profundidad” que consiste en varias líneas intercaladas, llenas de minas, dientes de dragón (para empantanar tanques) y todo tipo de trampas y obstáculos, era un suicidio para un atacante débil.
Para tener una idea de lo que realmente pasa, de las cinco líneas defensivas establecidas por Rusia en los territorios ocupados, los ucranianos han perdidos miles de hombres y cuantiosos equipos y todavía no han llegado a la primer línea… La artillería y los helicópteros K52 están masacrando a los soldados de Ucrania.
Ante esa situación, los medios occidentales están vendiendo la conquista de algunas pequeñas aldeas como un avance de Kiev, pretendiendo ocultar el fracaso de Zelensky y su camarilla.
A medida que la guerra continúa y el tiempo corre, muchos se desfavorecen y Putin sigue fortaleciendo la economía y ampliando relaciones.
Mientras que a Ucrania y a Occidente se le acerca otro invierno, a Joe Biden se le aproxima un proceso electoral donde los republicanos pedirán cuentas por el dinero de los contribuyentes.
A la OTAN, que ha quemado todos los cartuchos posibles, solo le falta enviar sus soldados de manera directa. Como dice el refrán: llamar a Belcebú no es igual a verlo llegar…
Previsto esto, Putin acaba de desplegar bombas atómicas tácticas en Bielorusia. Lukarshenko en una velada amenaza a Polonia, Alemania y a los bálticos, acaba de advertir que si lo atacan, las usará… Si a eso sumamos todo el arsenal atómico que los rusos tienen sembrado en el enclave de Kaliningrad en caso de una guerra nuclear, Europa conocerá el infierno aquí, en el planeta tierra…
Si solo se mataran ellos, se lamentaría, pero se entendería; el punto es, que un conflicto nuclear, a todos nos afecta. Y todo por culpa de irresponsables que no miden consecuencias, porque solo ven sus intereses bastardos…
En el mundo debe empezar un movimiento que diga ¡basta ya! Los amantes de la paz y el buen vivir somos más…
