Más del 50 % de la población vive bajo la línea de pobreza con base en el ingreso de su trabajo



La Fundación Juan Bosch, en colaboración con la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, puso a circular su reciente informe Radiografía del trabajo y los salarios en República Dominicana, el cual analiza la realidad de la clase trabajadora dominicana entre los años 2021 y 2023.

Con esta investigación sobre el mercado de trabajo, los ingresos y la pobreza laboral, se busca poner en el debate público datos y análisis para comprender la precaria realidad en que se desenvuelve la clase trabajadora dominicana y que esto sirva para generar políticas y acciones hacia un mayor desarrollo, bienestar y justicia social.

El investigador social Matías Bosch y los economistas Francisco Tavárez y Perla Rosario, hicieron los análisis conceptuales, jurídicos y estadísticos publicados en el informe y expusieron los hallazgos de la investigación, aportando perspectivas para el necesario debate sobre desarrollo, bienestar y justicia social.

Según expuso Antonio Ciriaco en su introducción: «Se persigue con su publicación la problematización y la puesta en escena de un tema que ha sido edulcorado, excluido y mantenido inalterado por la política económica. Se pone ante la atención de sus lectores la depresión del salario y por tanto, de los ingresos laborales con sus efectos sobre la vida real de las personas y los hogares, incluso con indicadores básicos como el costo de la vida».

Los datos analizados con base en la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo (ENCFT) del Banco Central y otras bases de datos nacionales e internacionales, muestran que el salario promedio real en la economía dominicana se ubica en apenas 10,695 pesos, dados los bajos salarios que se pagan en los sectores, la escasa recompensa a los aumentos de productividad laboral y la erosión que causa la inflación.

El salario mínimo dominicano se ubica entre los cinco más bajos de la región latinoamericana y el ingreso laboral real hoy es un 17 % más bajo de lo que era en 2000, mientras que la productividad del trabajo casi se ha triplicado con respecto a ese año, aumentando en un 18 %.

Los salarios solo representaban en 2021 un 21 % del PBI anual y a ese mismo año un 45 % de las personas en el país vivían por debajo de la línea de pobreza general y un 19.5 % en pobreza extrema, si se considera solamente el ingreso laboral de los hogares.

Si se toma en cuenta solo el ingreso laboral de la ocupación principal, sin contar otros empleos u ocupaciones, el 51.8 % de las personas en el país están viviendo bajo la línea de pobreza, con un 23.8 % en pobreza extrema.

En ese escenario, agrega el análisis, para que los ajustes salariales fueran realmente efectivos para propiciar una distribución equitativa del trabajo y la riqueza producida, disminuir la pobreza, reparar los efectos de la inflación y recompensar a la clase trabajadora por los aumentos extraordinarios de productividad, el salario mínimo de las grandes empresas debería estar establecido en los 43,190 pesos, en lugar de 24,990 en que fue ajustado a 2024.

Al terminar la actividad, los presentes pudieron adquirir el texto que viene a sumarse a una producción investigativa con más de diez años de recorrido y aportes al país.

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