-Ramón Vargas
La muerte del adolescente, Nahel, decendidente africano, de padres argelinos, en lo que parece ser un crimen racista, fue la gota que derramó el cántaro (de por sí saturado), por todos los problemas sociales, raciales y de injusticia que afectan la sociedad francesa. Las élites de Francia y Europa copada por burócratas y funcionarios mediocres, viven de espalda a la realidad de un mundo que cambia a gran velocidad. Mientras ellos pretenden, como mitómanos modernos, repetir mentiras y falsedades que ni ellos ya creen. Su mundo colonial y de supuesta superioridad se fue para siempre y jamás regresará.
Un hecho que arrojó más gasolina al fuego fue que mientras el pueblo francés protestaba en las calles de las grandes ciudades francesas, el aristócrata, Macrón, disfrutaba de un concierta de Elton Jhon al lado de su «abuelita esposa». Eso refleja el retrato de un presidente que gobierna sin ninguna sensibilidad social y humana… algo que a nadie debe extrañar; esa crisis es de su responsabilidad por su incapacidad y el compromiso de gobernar para la élite francesa.
En los últimos tiempos, hemos venido observando cómo de manera reiterativa el pueblo francés viene protestando y exigiendo derechos que siempre son negados por el aristócrata francés; los ejemplos sobran: los chalecos amarillos, en contra de aumentar los años por el tema de la seguridad social, el aumento de los impuestos, los combustible el alto costo de la vida, etc., etc.
Ante esa realidad, consecuencia de su incapacidad (extraño que esta vez no culpara a Putin), dice que la culpa es de los padres que no controlan los menores, por la influencia de las redes y los videojuegos.
Hace tiempo me convencí de que los dirigentes europeos tienen menos capacidad que los líderes de las tribus africanas; pero me quedé corto, pues están al nivel de los indígenas del Amazona… En Europa, ante la falta de visión e incapacidad de sus dirigentes, se está incubando una crisis que hará metástasis en todo el Continente por la obsesión de querer parar a Putin, por una guerra creada por ellos con la demencial política de acorralar a Rusia, desatando todos los demonios que se lo llevarán a ellos de primero. De ahí que vemos como el nerviosismo se extiende de París a Madrid, de Bruselas a Berlín y a varias capitales europeas.
Y mientras la propaganda occidental celebra la «insurrección» del grupo Wagner y la inminente caída de Putin, las llamas en Francia amenazan todo el Viejo Continente, y no precisamente por los misiles de Rusia.
Así como cayó Boris Jhonson y otros, Putin verá caer a muchos otros… Los pueblos europeos parece que están despertando de su España Boba y los franceses con su tradición de ejecutar reyes y tiranos podrían estar señalando el nuevo rumbo para sepultar las élites de Bruselas…
