Iluminando el Camino



Dr. Isaías Ramos

Nuestra sociedad se encuentra en un punto de inflexión. Las voces que claman por cambio, justicia e igualdad son cada vez más fuertes. Sin embargo, existen también las voces de quienes, día a día, parecen querer sumergirnos en la miseria y la ignorancia; herramientas eficientes para manipularnos, mentirnos y engañarnos.

Nos enfrentamos a una lucha constante contra la oscuridad del vicio y la corrupción, y solo hay una luz capaz de guiarnos fuera de este abismo: la luz de la educación basada en principios y valores.

Esta semana hemos sido testigos de cómo la desorganización planificada de este sistema se desborda y las calles comienzan a sumirse en un caos peligroso. Se hace presente un intercambio de disparos y, por otro lado, escuchamos en un video viral las declaración de una madre cuyo hijo ha sido victima de su propia violencia .

Esta madre, desafía a la autoridad y refiere a sus cuatro hijos restantes como «cartuchos» que aún le quedan. No se trata de hechos aislados; todo el territorio nacional se tiñe de sangre y violencia, volviendo a nuestra nación en un lugar cada vez más difícil de habitar. Para ilustrar esto, solo en Villa Agrícola, se han perdido más de cuatro vidas en menos de un mes.

Sin embargo, el mal en todas sus formas es impotente cuando los buenos no tienen miedo, cuando estamos unidos en nuestra determinación de erradicarlo. La sociedad se fortalece cuando cada uno de nosotros conoce nuestros derechos y deberes, cuando se nos garantizan esos derechos y, a su vez, se nos exige cumplir con nuestros deberes.

Esto significa que todos somos responsables de mantener la integridad de nuestra sociedad, de luchar por un país más justo, ordenado e igualitario.

La educación es nuestra herramienta más poderosa en este empeño. Puede extraer a nuestros jóvenes de la oscuridad de la ignorancia y del vicio corruptor, transformándolos en líderes y defensores del progreso y la ilustración.

Somos testigos de que la maldad es una minoría que perturba a la mayoría de los ciudadanos, aquellos que salen todos los días de sus casas en busca de un mejor porvenir y se convierten en víctimas de delincuentes. La semana pasada brindamos una charla en el barrio La Zurza, donde vimos una comunidad empoderada que está logrando resultados magníficos.

Sin embargo, para que esto sea posible, debemos hacer mucho más que solo enseñar. Tenemos que concientizar, disciplinar y hacerlo de manera coherente, persistente, consistente y con drásticas consecuencias para aquellos que pretendan continuar burlando la ley y el orden.

Solo entonces podremos iniciar una transformación real y duradera de nuestra nación.

El Frente Cívico y Social ha asumido este desafío. Trabajamos para llevar luz a nuestras comunidades, para provocar un nuevo despertar lleno de esperanza, inculcando valores de moral y ética y principios cristianos, instando en cada ciudadano un sentido de responsabilidad hacia su sociedad. Pero también luchamos para dar voz a aquellos que buscan defender y proteger estos valores.

Queremos empoderarte, para que puedas unirte a nosotros en esta lucha. Queremos proporcionarte las herramientas que necesitas para impulsar un cambio real y formar la sociedad que deseas ver. Y queremos que te unas a este proyecto en la defensa de la moral y la ética, luchando por una sociedad más justa, ordenada e igualitaria.

Tienes un papel vital que desempeñar en este movimiento. Tus habilidades, tus ideas, tu pasión: todas son esenciales para nuestra causa. Y aunque la lucha será ardua, sabemos que juntos podemos superar cualquier desafío.

El futuro está en nuestras manos. Tenemos la oportunidad de dejar un legado duradero, de crear un país mejor para las próximas generaciones. Permítenos empoderarte para que puedas desempeñar tu papel en este movimiento.

Juntos, podemos transformar nuestra nación. Juntos, podemos iluminar el camino hacia una sociedad más justa, ordenada e igualitaria. Y juntos, podemos asegurar un futuro mejor para todos.

¡Despierta, RD!

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