Por charlie Núñez
Cuando se aproxima el fin del periodo de una de las gestiones gubernamentales más desastrosas de las que hemos sido testigos los dominicanos, la mayoría estafada por ésta, abre los ojos, los observa y guarda silencio.
Manipulados, más de la mitad más uno de los que ejercieron el voto en las elecciones del 2020, creyendo las promesas de cambio que hiciera Luis Rodolfo Abinader Corona.
Corona y sus amigos, sobre la base de que aquí todo estaba mal, nada funcionaba, se lo robaban todo y sólo ellos tenían la solución, lo eligieron presidente de la República.
Fue poniéndolos a gobernar como el pueblo dominicano descubrió a los farsantes que día tras día, por distintos medios le mentían, con el único objetivo de tomar el control del país para repartírselos entre un grupito.
Aunque se sienta fuerte, el método de engaño utilizado por esta gente que nos gobierna, solo puede compararse con el método utilizado por Satanás, mejor conocido como Lucifer, el diablo o el demonio.
Como profetizado, llegaron a destruirlo todo, lo que no pueden destruir lo empeoran, comprometen el futuro de nuestros descendientes, generan caos y desorden, con estos ingredientes hirviendo en una hoya, dejarán el país en cuatro block, como declaró recientemente Abel Martinez, solo que al ritmo que vamos, quizás no haya ni block para afincarlo.
Ahora bien, no todo está perdido, el presidente entre promesa y promesa, se comprometió a no reelegirse, le pidió a un comunicador que se lo recuerde aunque no era necesario, parece ser dicho consumidor no lo ha hecho, pero presidente, tranquilo, nosotros lo recordamos.
El mismo dijo que su familia no estaba de acuerdo con que él se repostulara, en vez de hacerle caso a su familia, decidió “sacrificarse por el país”.
Para lograr su objetivo, ha definido bien claro que la lucha es de “los transparentes” contra “los oscuros”, pero parece ser que tiene su duda, porque está gastando demasiado presupuesto para comprar adversarios, demasiadas firmas encuestadoras para manipular de nuevo la opinión pública, mucha publicidad pagada con los recursos del pueblo para promover logros que más bien son logros de “los oscuros”, la verdad mi amigo presidente que aquí nada cuadra.
Mientras usted sigue con sus planes de sacrificarse por el pueblo en contra del deseo de sus más cercanos, los dominicanos lo queremos tanto, que le vamos a quitar de arriba todas sus preocupaciones por nosotros, le daremos tiempo para que atienda sus negocios, los que descubrimos son bastantes rentables y tendrá tiempo para compartir con sus allegados y amigos, por cierto no se junte con todos, que es mejor andar solo que mal acompañado.
Para que se entienda bien, el pueblo está listo para resolverle su problema y pueda retornar tranquilo a su casa, lo que está por definirse es, quienes acompañan al pueblo en su firme decisión y quienes se quedan aislados en sus búnkeres acompañados de doña amargura.
