-Ramón Vargas
Es tiempo de que las mujeres se den a respetar. El triunfo de la selección de fútbol española en el mundial celebrado en Australia, ha puesto en evidencia el acoso y abuso hacia las mujeres en el deporte.
Otro caso reciente se manifestó hace poco en los Estados Unidos, donde varias niñas que practicaban gimnasia eran abusadas por su entrenador. Hoy, en España, lo que ocupa los titulares, no es el trascendental triunfo de la selección femenina en un mundial, sino los abusos que sufren las deportistas de ese deporte en dicho país.
El caso de Luis Rubiales, presidente de la Federación de Fútbol de España, besando en la boca (de manera no consentida) a la deportista, Jenni Hermoso, en medio de la celebración del triunfo de la selección, pone en evidencia los abusos que a lo largo de los últimos años sufren las deportistas españolas. Este hecho es solo la punta del Iceberg; incluso, hay acusaciones conmovedoras de las vejaciones que han venido sufriendo en los últimos años, sin que se tomen medidas para solucionar las anomalías.
Contra el antiguo seleccionador, Ignacio Quereda, ya se había producido un motín de las jugadoras por tratos humillantes como: Ttú lo que necesitas es un macho que te de un buen orgasmo», «Cuídate que estás gorda», «Eres una jugadora que no llegará a nada», entre otros. Además, fue acusado de darle golpes en la cabeza y pellizcos en la cara y oreja y de entrar en las habitaciones a revisar sus cosas personales. La denuncia se hizo y nada sucedió porque en España el machismo, que promueven VOX y el PP, tienen protección casi de estado.
Un reportaje del medio Movistar ha desvelado las humillaciones y abusos que en los últimos años han sufrido las mujeres deportistas de España, incluyendo el famoso manifiesto de «las 15 rebeldes»; ese es un mal que está en esa vieja sociedad europea. Sin embargo, este caso del fútbol femenino español, que hoy conmueve el mundo, se ha regado como pólvora por todo el globo, provocando solidaridad y apoyo hacia las jugadoras españolas.
Ya Rubiales fue suspendido por la FIFA como presidente de la Federación Española, que estaba protegiendo al violador español. Este caso debe servir de ejemplo y motivación para que las mujeres del mundo digan: ¡BASTA YA DE ABUSOS Y NEGACIÓN DE NUESTROS DERECHOS!
