El presidente del Colegio de Médicos de Veterinarios (COLVET) alertó hoy a la membresía del gremio y a la opinión pública nacional sobre claros intentos de las autoridades pecuarias por tomar el control de ese gremio profesional, con el propósito de silenciar los reclamos de los veterinarios por reivindicaciones en el orden salarial y respeto laboral.
El doctor Félix Flores aseguró que plan del sector oficialista lo encabeza el señor Erick Rivero, quien maneja una importante cuota de poder en el sector pecuario estatal.
El poder que maneja el señor Rivero lo ostenta a través de instituciones tales como la Dirección General de Ganadería (DIGEGA) Consejo Nacional de la Leche (CONALECHE) y el Fondo para el Desarrollo Agropecuario (FEDA).
Con su plan, Erick Rivero intenta manipular el proceso electoral para asumir el control del COLVET a través de la Junta Directiva que elija la organización que agrupa a los profesionales veterinarios.
Añadió que históricamente desde que era Asociación, el Colegio ha ejercido su actividad gremial de manera independiente, sin sujeción ni obedecer lineamientos ni órdenes de ningún gobierno.
Flores aseguró que la meta oficialista de manipular las elecciones para controlar la Dirección del Colegio Dominicano de Médicos Veterinarios fue concebida en el entendido de que el COLVET constituye una piedrecita en el zapato y un ruido al que debe eliminar, debido a sus constantes demandas y reclamos en beneficio de los profesionales pecuarios que laboran en DIGEGA.
«El señor Erick Rivero y su equipo han dirigido la DIGEGA como un botín de guerra, llevándola a su peor crisis institucional desde que fue fundada con la misión de regular y auspiciar la producción nacional de alimentos de origen animal abundante y de calidad», dijo.
Tras explicar que el grupo que en la actualidad dirige la DIGEGA la ha convertido en una institución ineficiente e incompetente, el doctor Flores aseguró que lo único que han hecho esos funcionarios es violar la Ley de Función Pública, mediante degradaciones y reducciones salariales en perjuicio de decenas de veterinarios; mediante la retención de las dietas y los bonos por desempeño y con la incursión en atrasos de hasta cinco meses en perjuicio de los colegas que trabajan en la división de Cuarentena Animal.
