Matemáticas electorales enfocadas en las elecciones RD 2024



Isidro Toro Pampols

Reseñaremos algunos datos estadísticos que se deben tener en cuenta a la hora de realizar un análisis electoral con respecto a las elecciones presidenciales del año 2024.

Para mediados del mes de octubre del 2023 el padrón electoral sumaba la cantidad de 8,111,653 suscritos, lo que posiblemente aumente un poco antes de cerrar las inscripciones.

Históricamente la abstención ronda el 30%, lo que permite inferir que los votantes en las elecciones presidenciales del 2024 se contabilizarán en torno al número de 5,700,000 electores, lo que coloca el dígito mágico del 50% más uno en 2,850,000 apoyos efectivo en los colegios electorales.

Analicemos el tema desde el ángulo del Partido Revolucionario Moderno (PRM). En las elecciones del 2020 el entonces candidato Luis Abinader sumó 2,154,876 voluntades y producto de una altísima y excepcional abstención, que alcanzó el 45%, ganó con el 52.52% de los votos válidos.

Sobre la base de mantener el apoyo logrado el año 2020, el PRM necesita sumar alrededor de 700,000 votos. Surgen dos preguntas. La primera, es si el presidente Abinader realmente mantiene el resultado logrado el año 2020.

La segunda es sobre los resultados de la línea comunicacional del Gobierno. Al respecto podemos inferir que ha publicitado dos estrategias principales: lucha contra la corrupción y defensa de la nacionalidad por el tema fronterizo.

Sumado a estos, reseñan obras públicas y algunos servicios. Los dos puntos principales de la agenda cabalgan sobre instituciones que no la dirigen militantes del PRM: la Procuraduría General y la Secretaría de las Fuerzas Armadas, aunque en el tema fronterizo concurren varias instituciones.
El desarrollo de estos dos grandes temas está constantemente sometidos al escrutinio público y ambos llegaron a su cenit de reconocimiento en su momento y en la ruta hacia el día electoral la tendencia será a la baja, por lo que el Gobierno tiene una dinámica estresante que, en esas circunstancias se tiende a cometer errores.

En cuanto a la atención a la militancia y la prestación de los servicios públicos, el desempeño del Gobierno ha sido muy criticado por los propios dirigentes del PRM.

Un indicador que deben evaluar en el partido oficialista es la derrota que han sufrido muchos de los directores municipales y dirigentes con cargos gubernamentales en las elecciones primarias del PRM, que coloca de bulto un malestar a lo interno que, posiblemente, erosiona el apoyo obtenido el año 2020.

El PRM debe mantener el apoyo del 2020 y buscar los 700,000 votos que necesita entre los cercanos 590,000 nuevos inscritos, pero observamos que no es suficiente.
Por lo que tiene que buscar en el 15% de electores que se abstuvieron en el 2020 gracias al COVID 19 y sobrepasaron el nivel histórico del 30%, ciudadanos que no tenían la motivación para votar entre los candidatos que polarizaban en esos comicios: Luis Abinader y Gonzalo Castillo; quizás tenían simpatía por Leonel Fernández u otro candidato, pero no le veían opción.

Lo mejor que le puede pasar al PRM es que se produzca una alta abstención, más allá del 30% histórico para que, con menos votos, alcanzar el 50% más uno tan necesitado.

La oposición tampoco la tiene fácil. Hasta ahora todos los lideres apuestan, sobre la base de los números, a la segunda vuelta. Veamos algunas variables.

Si el presidente Abinader alcanza un guarismo cercano al 50%, digamos el 49%, en la segunda vuelta repitiendo la votación podría ganar porque la abstención podría aumentar con aquellos que votaron por opciones fuera de los cuatro candidatos presidenciales de los partidos mayoritarios.

Si se coloca entre el 47% o 48%, la segunda vuelta será a sangre y fuego.

Si obtiene menos del 47% el Gobierno, para ganar, dependerá de una circunstancia de esas que califican de milagro.
Es mi opinión.

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