José Martínez: “Las energías renovables en una isla tienen una gran ventaja”



Los efectos del cambio climático han volcado a los países a buscar alternativas para generar energía a partir de los recursos naturales. Sin embargo, el proceso de transición energética puede resultar más costoso y complejo de lo que se estima.

Así lo explicó José Martínez, director ejecutivo de ADEX y experto en el sector energético, quien precisó a elDinero que “la sociedad demanda ir hacia unos entornos más bajos en dióxido de carbono (CO2)”, pero “hay que hacerlo desde el realismo”.

Indicó que existen Estados donde se comparte el mensaje de que será más económica y, en esta etapa, podría estar siendo liderada “desde la ilusión”, ya que “una falta de pragmatismo puede llevar a mucho desengaño de los ciudadanos que esperaban que la electricidad fuera más barata y segura”.

“Las energías renovables en una isla tienen una gran ventaja”, aseguró, al destacar que brindan “independencia energética”, ya que “ahora mismo en las islas, el 83% de su matriz eléctrica depende de combustibles que vienen de fuera y que dependen de un precio volátil y del que no se tiene control”.

En el caso de República Dominicana, dijo que el país tiene la oportunidad de fijarse en otros territorios que están más avanzados en el cambio de la generación eléctrica, de los cuales se puede aprender de los errores y aciertos que han cometido para intentar acelerarla.

Al referirse a ejemplos puntuales, precisó que puede “mirar” lo que se ha hecho en Europa. “Hay muchas naciones que tienen un porcentaje de incorporación de las renovables en el mix eléctrico más alto”.

Martínez resaltó el papel de la capacidad de energías renovables en el país, la cual alcanza un 20% de la matriz eléctrica. Esto representa un reto, debido a que “pueden ocurrir problemas, que ya han ocurrido, de curtailment (recorte de energía)”.

El experto en tecnología limpia (cleantech) aseguró que se requieren tres pilares fundamentales para hacer la transición. El primero es invertir en más renovables (parques solares, eólicos, etcétera); el segundo punto, es el almacenamiento y, el tercero, corresponde a la flexibilización de los activos existentes en general centrales térmicas para que sean capaces gestionar la carga de manera eficiente, “dejando un hueco en el mix eléctrico a las renovables”.

Contexto local
Al referirse al caso de República Dominicana, Martínez resaltó el trabajo que se ha realizado para tener una matriz segura y diversa.

“Tiene una frecuencia en la red, aunque sea un concepto técnico, muy estable, que otras islas no lo tienen. Eso le puede permitir crecer de manera solvente en el esqueleto de ese sistema eléctrico”.

“Las islas que son más exitosas en la transición energética son las que tienen una red de transmisión interconectada entre sí, segura, confiable y que en general son sistemas eléctricos también interconectados con otras islas”, señaló, al destacar que en el país lo primero es invertir en hacer la red lo más interconectada y segura posible.

Precio justo
De acuerdo con el conferencista, la transición energética tiene a la viabilidad financiera como un componente principal, más allá de que sea tecnológicamente posible.

“La transición energética tiene que ser una transición justa”, afirmó Martínez, al indicar que es posible “aplicar determinadas tecnologías, pero podrían encarecer el precio de tal manera que haya mucha gente que no pudiera pagar la electricidad”.


El experto afirmó que existen países donde el incremento del costo de la electricidad ha provocado una pobreza energética. Por ejemplo, España, que es una sociedad muy desarrollada, con un porcentaje de renovables muy alto, “ha subido enormemente el precio de la electricidad y ahora mismo hay una nueva pobreza energética en la que no se puede poner la calefacción en invierno”.

El autor de “El trilema de la transición energética en las islas” aseguró que se requiere de tiempo, ya que se necesita diseñar e instalar los parques de energías renovables, como la eólica y la solar. “Lleva unos años instalar una central de ciclo combinado de gas. Lleva unos años, es decir, que las infraestructuras energéticas tienen plazos lentos”.

“Lo más importante para mí es entender que en el proceso de migrar del sistema eléctrico actual a un sistema eléctrico ideal, el precio de la electricidad no baja, puede que al final del camino el precio sea más bajo, pero en el camino no”, afirmó.

Retos
En la actualidad, la capacidad está basada en las tecnologías convencionales (carbón, gas, fueloil). Integrar las renovables requiere que se sustituya “más capacidad con menos”. En este caso, se generan menos energía por cada mega, “porque no hay sol las 24 horas del día, por ejemplo, y, por tanto, tienen que aumentar, duplicar o triplicar la capacidad”.

Dijo que, según mediciones, en julio de 2023 se consumieron unos 2,600 gigavatios hora en el país, los cuales se han conseguido con una capacidad eléctrica convencional y un poco de energía renovable.

“Si hiciéramos una estimación de sustituir o de producir toda esa electricidad con paneles solares harían falta 17 gigavatios de capacidad solar, hoy tenemos 1.5”.

Actualmente, se deben costear las centrales convencionales mientras se construyen los parques de generación renovables, los cuales “no son baratos”.

De acuerdo con el experto, por el momento, hasta que exista una matriz 100% renovable, se tendrá que hacer un combinado con las centrales convencionales.

“Probablemente, como sucede en muchos otros sitios, el gas natural es el elemento de transición, puede ocurrir que centrales que hoy funcionan con carbón o petróleo, pueden acabar migrando a gas natural, que es un proceso más eficiente que las otras tecnologías”.

Uno de los principales retos de la transición está en los equipos que se han destinado para el almacenamiento. “No tenemos una buena solución. El problema es la vida útil baja”.

Energético
Las generadoras se enfrentan a un trilema, donde deben decidir entre la seguridad del suministro, es decir, “un sistema eléctrico confiable, que no se cae la red y que es accesible para los ciudadanos y las industrias”, economía o un sistema eléctrico sostenible, “bajo en CO2”.

Sin embargo, Martínez puntualiza que el problema, con el que se encuentra hoy el mundo, es que ese trilema “sigue siendo un dilema porque no se pueden resolver, no puedo tener las tres cosas al mismo tiempo”.

En ese contexto, se puede tener una red eléctrica más baja en CO2 y puedo tener una red segura, pero va a costar. “Hoy no tenemos una solución tecnológica y económicamente viable para ese trilema”.

En el caso de la renovable, como son recursos naturales, el coste dependerá, por ejemplo, en el caso de la energía solar, de si hay sol o no. “La transición energética lleva a tener unos precios horarios en función de la disponibilidad de los recursos”.

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