En busca de un proyecto político que enamore al pueblo dominicano



Dr. Isaías Ramos

A menos de dos meses de unas elecciones determinantes para el futuro de la República Dominicana, nos enfrentamos a una inquietante realidad: la ausencia de un proyecto político que cautive al pueblo y ofrezca soluciones genuinas a las adversidades diarias que soportamos.

Esta carencia no solo subraya una crisis de liderazgo, sino también una profunda desconexión entre la clase política dominante y las aspiraciones del pueblo.

La apatía y la desconfianza hacia nuestros políticos no son fenómenos nuevos; son el resultado de años de promesas vacías, corrupción desenfrenada y una flagrante indiferencia hacia las necesidades del ciudadano común. La clase política dominante, en su mayor parte, se ha mostrado incapaz de presentar propuestas que aborden de manera efectiva los desafíos que enfrenta nuestra sociedad, desde la educación y la salud hasta la seguridad y el empleo.

Este panorama desolador de políticos desconectados y promesas incumplidas ha dejado a muchos dominicanos desilusionados y escépticos.

La pregunta que resuena entre nosotros es clara: ¿cómo avanzaremos si carecemos de líderes que inspiren cambio y progreso? ¿Es posible mejorar nuestra realidad sin un proyecto político que vaya más allá de la retórica vacía y busque una transformación auténtica?

El Frente Cívico y Social sostiene que los dominicanos merecemos más que la mera palabrería y las promesas sin fundamento.

Anhelamos líderes que no solo hablen, sino que actúen con planes bien fundamentados y un compromiso inquebrantable con el bienestar colectivo. Líderes que enfrenten con valentía los problemas estructurales de nuestra nación, en lugar de perpetuarlos con su inacción o, peor aún, su complicidad.

La clase política debe entender que su tiempo de actuar con impunidad y sin rendición de cuentas ha terminado. La ciudadanía exige transparencia, integridad y una verdadera alineación entre lo que se promete y lo que se entrega.

No nos conformaremos con elegir el «menos malo»; buscamos activamente a aquellos capaces de encender nuevamente la esperanza en nuestros corazones y fortalecer nuestra fe en un futuro próspero y justo.

En el umbral de estas elecciones, cada voto debe ser un acto de conciencia crítica. Es imperativo que los electores escudriñen las propuestas de cada candidato, evaluando su factibilidad y el impacto tangible en nuestras vidas. No podemos caer en la trampa de las falsas promesas o las campañas sin sustancia.

Es esencial exigir un compromiso real con el desarrollo y la dignidad del pueblo dominicano.

Si los candidatos actuales no logran romper el ciclo vicioso de corrupción y desgobierno, el pueblo tiene el legítimo derecho de optar por el voto nulo o la abstención. Es un mensaje claro de que la mediocridad y la falta de visión ya no serán toleradas.

Desde el Frente Cívico y Social, creemos firmemente que el cambio verdadero comienza con nuestra capacidad para discernir entre lo auténtico y lo superficial. Es momento de unirnos como ciudadanos informados y comprometidos para forjar ese proyecto político que verdaderamente resuene con los anhelos del pueblo dominicano, un proyecto enraizado en la justicia, equidad e igualdad. Solo así, manteniendo firme nuestro compromiso con una República Dominicana mejor, lograremos el cambio anhelado.

¡Despierta RD!

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