Por Carlos Nina Gómez
¡Triunfa y verás cómo los mediocres te envidiarán!
Las citadas breves líneas, que forman el lead de este artículo, son un referente a la actitud mediocre y arropada por la envidia.
Es la negativa actitud que llevan en sus adentros quienes no aceptan el éxito de los triunfadores, en cualquier
segmento de este pícaro, convulsionado y a veces malvado mundo.
Saúl -Canelo- Alvarez, sin ninguna pizca de dudas el atleta más importante que tiene el boxeo rentable de todo el orbe, también es quien más duras críticas.
Pero críticas de quienes no aceptan sus éxitos profesionales…que no conocen su historia. Que desconocen -o
se hacen que no conocen- su grandeza en el boxeo profesional tras más de 15 años de acción en los cuadriláteros.
Como lo he escrito muchas veces, en artículos y en algunos de mis libros, cada vez que Canelo Alvarez va a una pelea mundial, sus críticos rezan para que pierda. Pero ocurre que «sus oraciones se quedan en la iglesia».
El estelar púgil mexicano (con expediente profesional de 62-2-2, 39 victorias por nocaut y ganador de cuatro títulos mundiales en diferentes categorías), firmó recientemente un jugoso contrato (que creo llega a más de 200 millones de dólares) con una poderosa empresa de Arabia Saudita para la celebración de cuatro peleas.
Una de esas peleas tendrá como escenario -el tres de mayo/ un coliseo de Arabia Saudita. Tendrá como rival
al invicto boxeador cubano William Scull quien es monarca supermediano avalado por la Federación Internacional de Boxeo.
Será un combate por la unificación del cetro de las 168 libras. Canelo Alvarez es el titular de esa división, con el respaldo del Consejo Mundial de Boxeo, la Asociación Mundial de Boxeo y la Organización Mundial de Boxeo.
Lo inmediato para Canelo-Alvarez.
Lo inmediato para Canelo Alvarez es concentrarse en su compromiso del tres de mayo y no hacerles caso a las voces agoreras de sus enemigos gratuitos y afectados por la envidia.
No mirar hacia el litoral mexicano donde figuran, por ejemplo, Ignacio «Nacho» Beristán, ya desfasado
entrenador, y el exboxeador campeón mundial Juan Manuel Márquez.
Saúl -Canelo- Alvarez tiene que concentrarse en William Scull. Derrotarlo en forma clara, contundente, y pasar a ser de nuevo el rey absoluto del peso supermediano.
Porque el gran reto, y que será en Las Vegas, Nevada, lo tendrá el 13 de septiembre cuando enfrente al estelarísimo Terence Crawford también invicto peleador de Estados Unidos (41-0, 31 triunfos pro nocaut) y quien igualmente ha sido monarca en cuatro categorías diferentes.
Los envidiosos no dejarán de lanzar sus dardos venenosos contra quien ya puede ser sindicado como el mejor boxeador en la maravillosa historia boxeo profesional de México.
iY es que la envidia, sumada a la mediocridad más acentuada, nunca podrá derrotar al talento!
