El último baile de Uribe



-Ramón Vargas

El daño ocasionado por Álvaro Uribe al pueblo colombiano gravitará por mucho tiempo. Llegó sembrando desgracias y se va ¡por fin!, dejando inmundicias.

Dicen que los hombres como él, ni en la agonía de la muerte se arrepienten; parece que «su virtud» será perversa de principio a fin.

Recientemente, su títere, Iván Duque, dio un espectáculo de mal gusto en Washington, que si no fuera por la perversidad que manifiesta, solo nos provocaría risas. Hizo dos propuestas, una ridícula y otra peligrosa. La risible fue proponer a Colombia como alternativa para suplir el petróleo de Venezuela, evidenciando que la obsesión del uribismo contra la revolución bolivariana raya en la ridiculez.

Venezuela tiene más de 300,000 millones de reserva petrolera (la mayor reserva mundial), Colombia no figura en el mapa de los países con grandes reservas. Cuando se habla de países para establecer cuotas y garantizar producción (que es lo que busca la potencia del norte en su conflicto con Rusia), Bogotá es la z del abecedario.

La otra propuesta, peligrosa además, es convertir a Colombia en miembro de la estructura guerrerista de la OTAN. Esto rompe la tradición de nuestro Continente, que siempre nos declaramos zona de paz. Esa propuesta, además de belicosa, es irresponsable; el sureño país está en la víspera de un proceso electoral donde el uribismo, de acuerdo a las encuestas, será arrojado al foso de Las Marianas.

De los uribistas acostumbrados a matar líderes sociales a exportar sicarios y mercenarios (como los que mataron a Jovenel Moise en Haití), otra cosa no podíamos esperar; carecen de escrúpulos y sensibilidad humana.

Con estupor recordamos las ejecuciones extra‐ judiciales, cuando esos criminales salían a matar jóvenes para vestirlos de guerrilleros y cobrar recompensas. Esto es para conmover al más insensible de los humanos.

El proceso electoral del pasado domingo 13 nos confirma lo que los pronósticos sistemáticamente señalan: el ascenso de Petro y la caída de Uribe.

Pero hay más… en ese proceso ha nacido una nueva estrella que nos dice qué tan profundamente ha cambiado Colombia, y es la entrada por la puerta principal de la lideresa afro Francia Márquez. Esa luchadora de origen muy humilde, objeto de varios atentados, natural del departamento sur occidental del Cauca, donde proliferan muchos grupos violentos, fue la tercera más votada, incluso por encima de Sergio Fajardo, uno de los tres candidatos de la primaria, es decir, solo quedó por debajo de Petro y Gutiérrez.
El Gabo, el más grande escritor de habla hispana, después del coloso de Alcalá Cervantes Saavedra, debe estar contento donde quiera que esté por el cambio de su país.

Esperemos que más temprano que tarde, el Tribunal Internacional de La Haya, con la misma agilidad que procesó y condenó a los serbios Radovan Karadzic y Ratko Mladic, juzgue a los criminales uribistas por el daño ocasionado a tantas familias colombianas.

Comparte esto!