Saber gobernar



Isidro Toro Pampols

Por gobernar se entiende guiar o dirigir a personas o cosas. El saber tiene más acepciones: se refiere a tener conocimiento, habilidad para hacer algo, tener noticias, entre otras. Veamos algunas consideraciones cuando relacionamos estas dos palabras.
La palabra saber, por sencilla que se vea, tiene variadas implicaciones. Para los hermanos Martínez Echeverri implica “la fijación, expresión y transmisión de la realidad por medio de las facultades intelectuales”. En la relación de filósofos que han tratado el tema, llama especialmente la atención las consideraciones que concibe Parménides de Elea (Magna Grecia, siglo VI a C.) para quien el saber es discernir por medio de la inteligencia entre lo que en realidad parece ser y lo que en verdad es; este juicio se enuncia mediante el logos “como la idea de las cosas sabidas” (1)
El diccionario filosófico Rosental–Iudin, perteneciente a la bibliografía marxista soviética, nos dice que el saber es “producto de la acción social del trabajo y de la actividad cogitativa del hombre; constituye la reproducción ideal, en forma de lenguaje, de las conexiones sujetas a la ley, objetivas, del mundo objetivo prácticamente transformado”. Establece la diferencia sobre el saber que en el materialismo premarxista era producto de los esfuerzos cognoscitivos individuales, criticando que dicha postura obvia que el hombre entra en conocimiento de las cosas siendo propietario de un sistema de conceptos ya preparado por la sociedad. (2)
Ambas acepciones tienen en común el hecho de que el fundamento del saber es la realidad y aunque Parménides parece adelantarse a la tesis de Kant de diferenciar el noúmeno del fenómeno, no deja de partir del hecho cierto del entorno.
De lo anterior podemos inferir que “saber gobernar” es la técnica para obtener información adecuada para una organización, pública o privada, con el fin de ir más allá de tener familiaridad con la misma, que significa tener una comprensión general, y si busca tener un conocimiento lo más exacto posible para ejercer de la mejor forma el gobierno de la organización.
Las organizaciones buscan preparar a su gente para no correr riesgos. A sus empleados lo van ascendiendo en la medida que adquieren experticias y formación académica. En política, algunos partidos con sentido de historia, tienen escuelas de formación donde no solamente se estudia la doctrina, historia y corrientes económicas, pero también la organización del Estado, la Administración Pública y el entramado legal que la dirige con el fin, en caso de llegar al Gobierno, no practicar un realismo ingenuo donde abordan las situaciones tal como aparecen y no ven más allá de la curva porque les faltan, a los futuros funcionarios, métodos de organización conceptual y sistemática abundando, por ende, en los prejuicios.
En caso de los partidos con experiencia gubernamental, preparan grado a grado a sus militantes, colocándolos en posiciones y haciendo el correspondiente seguimiento. Eso hacen las agrupaciones, repito, con sentido de historia.
No convocamos a una sofocracia o gobierno de los sabios, como planteaba Platón, porque esto implica, en sí mismo, una discriminación y en oportunidades no están exentos de pecar de realismo ingenuo. Si creemos que las organizaciones deben preparar a consciencia sus recursos humanos con el fin de lograr los objetivos lícitos propuestos. En el caso de la Administración Pública, no es adecuado exponer a un país a pruebas de ensayo y error por parte de funcionarios quienes, aunque conocen el “saber” de su función como comprensión de la actividad a realizar, desconocen el “saber hacer” que es la capacidad real y demostrada de la ejecución del trabajo y su carencia hace harto difícil el “saber ser”, que son las actitudes, comportamientos y valores que en su desempeño, que más allá de ejercer con experticia su labor, busca una sana convivencia social.

1) Martínez Echeverri, Leonor y Hugo. Diccionario de Filosofía. Pag 499. Editorial Panamericana. Bogotá. Colombia. 1997.
2) Rosental – Iudin. Diccionario filosófico. Pag 414. http://www.une.edu.pe/formacion-docente/wp-content/uploads/2020/09/Diccionario-Filosofico.pdf. (Ediciones Pueblos Unidos. Montevideo. 1965)

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