Las payasadas de Zelensky



Ramón Vargas

Lo he dicho varias veces y lo vuelvo a repetir: existen altas probabilidades de que Volodímir Zelenski termine ejecutado. Ha sido utilizado por los de adentro y los de afuera; cuando no tenga algún valor dejará de ser útil…y ya está fastidiando…

De comediante exitoso, donde hacía el papel burlándose del cargo presidencial, ha continuado la misma actuación sin hacer la transición de que ahora está en la vida real. Sin capacidad ni visión, enfrentado a un estratega como Vladimir Putin, luce agotado y sin discurso, ya sus presentaciones en los escenarios y parlamentos occidentales carecen de impacto e importancia.

Le hicieron creer ‐y lo que es peor, lo terminó creyendo‐ que le podía ganar la guerra a Rusia así, cuando Moscú decide replegar las tropas para concentrar el ataque en Donbas, su propósito original, en las medidas que el ejército ucraniano la reocupaba era celebrado por los medios occidentales, como «un éxito del contra ataque de Ucrania».

El incesante ataque y avance del ejército ruso en el Este y el Sur de Ucrania, en una estrategia de desgaste por parte de Moscú, luego de cambiar el plan primario, donde el avance inicial en la capital Kiev con los defensores bien parapetados, con una artillería limitada por el terreno y una alta posibilidad de masacre civil inaceptable para la comunidad internacional.

Es sabido por un libro militar no escrito, que la proporción para pelear en una ciudad requiere de tres atacantes por cada defensor. Así, Rusia, para no empantanarse y disminuir sus bajas de soldados, decide llevar la lucha a un terreno conveniente; y eso, por su incapacidad, Zelenski no lo podía calcular.

Hoy, teniendo una situación totalmente desfavorable, con Estados Unidos y Occidente sumido en un profundo proceso inflacionario, fruto de la misma guerra, los recursos para Zelenski, con un País y una economía paralizada, comienzan a escasear. Los políticos y medios occidentales, ante la realidad en el campo de batalla, no pueden seguir ocultando el fracaso en el terreno.

Las declaraciones del primer ministro de Hungría y de parlamentarios franceses de que Zelenski tiene problemas mentales, solo es la punta del Iceberg, que refleja el cansancio y la frustración de Occidente en busca de una salida al conflicto.
Las imprudentes declaraciones del cómico actor exigiendo (como si él está en condiciones de exigir), a España y Alemania armamento militar, nos dice que su final está cerca. Las declaraciones de uno de los encargados de la seguridad ucraniana reconociendo que están perdiendo la guerra y la del mismo Zenlenski diciendo que Putin tiene más del 20% del terreno ucraniano y cierto malestar que ya se expresa en el ejército de Kiev.

¿Cómo podrá justificar todos los muertos cuándo Rusia sólo pedía neutralidad y la aplicación de los acuerdos de Minsk?

En la otra cara de la moneda está Putin; con Zelenski o sin él habrá una negociación y Moscú, para justificar los muertos suyos y las pérdidas económicas, tendrá que enseñar una canasta con varias ganancias.

El ucraniano, si tiene suerte, deberá salir escoltado por Biden O Johnson de Ucrania. El peso del fracaso y los muertos ‐si queda vivo‐ no lo podrá soportar.

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