Dando Jaque: El Complot Polaco-Ucraniano



-Ramón Vargas

Estuvimos a poco de ver lo que siempre hemos temido: la tercera guerra mundial. El montaje organizado por Zelensky, con la evidente complicidad del primer ministro polaco, con el propósito de provocar la entrada directa de la OTAN en la guerra, por poco conduce la humanidad a una crisis existencial. Hay que resaltar la prudencia del presidente Joe Biden y del polaco Duda, que en todo momento dudaron y posteriormente negaron que los misiles que impactaron Polonia, matando dos ciudadanos de ese País, salieran de territorio ruso.

La insistencia de Zelensky culpando a Rusia y, de hecho, desmintiendo a Biden, que con informaciones vía satelital ya tenía toda la evidencia de lo ocurrido, enojaron de tal forma al presidente norteamericano que se negó a contestar las llamadas de este para escuchar sus ridículos argumentos.

Esto coloca en una posición bastante débil al ucraniano que luce desesperado luego de las declaraciones del militar de más alto nivel del Pentágono, general Mark Miller, que llamó a una salida negociada del conflicto ante la imposibilidad de una victoria de Kiev. Esas declaraciones de Washington no de Moscú, explica lo que todos sabemos, excepto los interesados e ignorantes: la derrota de Ucrania.

El repliegue ruso de la margen occidental del río Dniéper, vendido en Occidente como una victoria de Zelensky, fue un simple movimiento táctico para evitar el aislamiento de las tropas si los ucranianos vuelan la presa de la región y cortan las líneas de suministro. Los medios occidentales ocultan que los rusos controlan el 75% de Jersón.

Los militares del Pentágono ven con claridad el movimiento ruso; el río Dniéper (que en la parte más angosta tiene un kilómetro de ancho), parte en dos la geografía ucraniana, formando una frontera natural impenetrable para un ejército con capacidad de defensa.

Parece que los rusos (aunque con Putin nunca se sabe) se concentrarán en consolidar y defender lo conquistado y atacar la retaguardia y puntos críticos de la infraestructura ucraniana.

Zelensky sabe que una negociación en los términos rusos sería su liquidación política. Su pretensión de involucrar directamente la OTAN, responde a la lógica del que, perdido ya está.

Todos los esfuerzos deben conducir a evitar un conflicto nuclear. Un enfrentamiento entre Rusia y Estados Unidos con armamentos de destrucción masiva, será el final del mundo que conocemos. Se contaminará el aire y el agua. Toda la producción colapsará, provocando hambruna en todo el globo terráqueo. Ni hablar de los servicios… no habrá Internet, tampoco comunicaciones ni servicios bancarios, transportes, etc., etc.

Una situación así, ojalá jamás suceda, hará desaparecer las instituciones, y en el entendido de que lo que existe debe seguir existiendo, se desatará un «sálvese quien pueda». Lo más probable es que surjan grupos armados que impongan sus propias leyes, que no tendrán protocolo moral ni respetarán derechos humanos.

Esto jamás debe ocurrir. De ser así, los vivos envidiaran los muertos…

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