Dando Jaque: De Penco En Penco



-Ramón Vargas

Si el profesor Juan Bosch volviera a la vida de nuevo, se moriría. Su virtud no sólo era la honestidad.

Después de más de 50 años ejerciendo la política, incluyendo ser presidente de la República, sus amigos hicieron una colecta para hacerle una casa y que no muriera en la calle. Eso casi todos lo sabemos, pero en estos tiempos de tantos delincuentes y sinvergüenzas, es bueno recordarlo…

Otra de sus tantas virtudes fue educar y formar. Resulta que su PLD se ha convertido en una máquina reproductora de ñames más grandes que los que cosechaba el papá de Lidio Cadet en Hato Mayor.

El electo candidato de Santiago, Abel Martínez, sustituye un Penco sureño por un cibaeño. Este viene haciendo maniobras desde hace tiempo, levantando el tema haitiano como buque de campaña. Si fuera coherente, en vez de criticar al presidente Abinader, debería aplaudirle.

Abinader (aclaro que no es santo de mi altar), igual que él, hace política del tema anti‐haitiano. La preocupación de ellos no está en que el problema se resuelva, sino en sacar votos del tema, que preocupa tantos a los dominicanos.

De ser de otra manera, atacarían la causa no los efectos… y todos sabemos cuáles son. Pero llamar a Belcebú no es igual a verlo llegar. Eso lo llevaría al ataque directo de Estados Unidos, Francia y Canadá a los empresarios y terratenientes aquí.

Y ese es el problema del que está aspirando y el que está gobernando, que este último le ha robado su único tema.

Esto se pone interesante… ya veremos cuando el Penco del Cibao tenga que referirse a los temas importantes de la agenda nacional. A lo mejor imitará a Hipólito, que se encargaba de las cherchas y para los problemas importantes llamaba los especialistas.

Pero la pregunta es: ¿se merece nuestro País estos pencos candidatos?

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