Dando Jaque: Cayó Camacho ¿Y Guaidó, pa’ cuándo?



Ramón Vargas

Como a todo lechón le llega nochebuena, parece que Luis Arce estaba esperando las navidades para meter en el horno de una cárcel boliviana al criminal Luis Fernando Camacho.

Ese confeso y profeso malhechor, se había convertido en un verdadero desafío para el mismo estado boliviano. Se consideraba tan poderoso que se jactaba en decir que para él no había cárcel en el suramericano País.

Hay un video donde no sólo admite su participación en el golpe contra Evo Morales, también da detalles. Admitiendo la misma, se negaba al llamado de los fiscales que lo citaban a interrogatorio.

El boliviano, a diferencia del venezolano Guaidó, tenía mucho apoyo de la élite de la rica y poderosa provincia de Santa Cruz, que además, es la más racista y conservadora.

Con el apoyo de policías y militares se consideraba intocable; a tal punto que desafiaba a los fiscales a que lo fueran a buscar llamándolos cobardes.

A través del llamado Comité Cívico de Santa Cruz como plataforma social y el brazo político, CREEMOS que lo habían convertido en gobernador de la poderosa provincia. Este confiaba plenamente en su “inmunidad” para cometer todos tipos de delitos.

Hay un detalle importante para entender la magnitud del problema… Hace varios años intentó un complot separatista que fue frustrado por la firme actitud de Lula sellando la frontera de Brasil con Bolivia. Alentado con la llegada de Bolsonaro, estaba organizando un referendo para definir lo que él llama “la nueva relación con los indios de la Paz».

Con la llegada de Lula y la salida de Bolsonaro, los conspiradores pierden su protección en la retaguardia. La debilidad y descrédito de su socio Almagro en la OEA, dejan a Camacho listo para una larga estadía en la cárcel.

Otro que debe estar preparando la maleta para estrenar un uniforme con muchas rayas es Juan Guaidó, abandonado a su suerte por sus antiguos aliados de adentro y de afuera. Vulnerable; como está, no tiene escapatoria.

Los delitos y pruebas son abrumadoras: apoyo a un intento de invasión, participación y apoyo a golpe de estado, robo de los recursos del pueblo venezolano utilizando los activos de Venezuela en el extranjero, usurpación de funciones sin ser electo y un largo etcétera.

Es posible que sus cómplices (igual hicieron con Leopoldo López) traten de sacarlo clandestinamente.

El dinero robado, como en tiempo de Carlos Andrés Pérez, debe ser recuperado para el pueblo de Venezuela.

El final de Guaidó, convertido en la carga que nadie quiere, es el mismo que espera a todos aquellos que se dejan utilizar y se ponen de espaldas a sus pueblos… ¿Cuándo aprenderán…?

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