Por Oscar Valenzuela
La Crisis de Octubre de 1962 de los Misiles Nucleares soviéticos instalados en Cuba y el Bloqueo Naval y Aéreo de los Estados Unidos, extendieron las tensiones de «La Guerra Fría» desde «El Muro de Berlín», en Europa, hacia la Zona del Caribe y todo el continente americano; colocando al mundo al borde de la Tercera Guerra Mundial.
Solucionada «la Crisis de los Misiles», la Unión Soviética trazó su nueva estrategia para evitar la confrontación frontal y directa con los Estados Unidos; y para tales fines, utilizó a Cuba «como trampolín» para internacionalizar y exportar la lucha armada revolucionaria y expandir su imperio comunista hacia el Hemisferio Occidental.
Cuba, a través del Departamento para América y OLAS, trazaba las estrategias insurreccionales a los partidos comunistas latinoamericanos, infiltraron las literaturas, panfletos, la publicidad y propaganda marxista leninista que abarrotaron las bibliotecas escuelas, liceos públicos y universidades estatales; sindicatos de trabajadores y clubes deportivos y culturales en todo el continente.
Los centros escolares, universitarios y sindicatos de trabajadores, fueron convertidos en antros de agitación política y en centros de operaciones sediciosas encubiertas de los grupos subversivos de la extrema izquierda revolucionaria…
Las imágenes de Marx, Lenin, Stalin, Ho Chi Ming, Mao Tse Tung, Fidel Castro, el Che Guevara; el símbolo comunista de «la Oz y el Martillo» y la odiada figura del tío Sam que representaba al Imperialismo Yankee, adornaron los murales, banderolas y las paredes de los recintos escolares y universitarios en todo el hemisferio.
«Patria o Muerte, Venceremos», «Es mejor Morir de Pies, que Vivir de Rodillas»; «el Deber de todo Revolucionario es hacer la Revolución»; eran de los centenares de slogans y consignas que se difundieron por todas las latitudes de América para estimular la lucha armada revolucionaria.
El Libro Rojo de la Revolución Cultural China, el Capital, la Revolución Bolchevique de 1916 en Rusia; la Economía de Nikitin, la Biografía del Héroe del Vietcong Nguyen Vantroi, y muchos otros textos comunistas invadieron el continente.
Miles de jóvenes incautos fueron hipnotizados por los discursos redentores, libertarios, encendidos y antiimperialistas de los lideres carismáticos de la Revolución Comunista Cubana, Fidel Castro y el Che Guevara; reclutados por los grupos apéndices estudiantiles organizados por los partidos comunistas en los recintos escolares y universitarios.
La mayoría de ellos se destacó en el pragmatismo de la agitación política, los reperperos y protestas callejeras, huelgas y movilizaciones populares; propias de la rebeldía juvenil de la época, para alterar el orden público y crear el concierto desestabilizador a los gobiernos de turnos…
Los más valientes y aguerridos fueron comprometidos con la lucha armada revolucionaria y enviados por los partidos comunistas a Cuba, China Popular y los países de la órbita Soviética para ser adoctrinados en el marxismo leninismo y entrenados en guerra de guerrillas.
Devueltos a sus respectivos países conformaron un gran ejercito irregular de civiles armados bien entrenados militarmente que operaban en columnas guerrilleras rurales en las zonas montañosas y en operaciones sediciosas y subversivas de comandos armados clandestinos en las zonas urbanas con el propósito de enfrentar y destruir el aparato burocrático militar del Sistema Capitalista; tomar el poder e imponer por la fuerza «la Dictadura del Proletariado» a nivel continental.
Muchos de esos muchachos insurgentes latinoamericanos cayeron abatidos en la vorágine y fragor de «La Guerra Fría» defendiendo los intereses ideológicos, económicos y geopolíticos del Comunismo Internacional.
Para combatir la infiltración ideológica y la agresión militar comunista que venía desde Cuba hacia el Hemisferio Occidental, los Estados Unidos trazaron sus planes globales estratégicos de contra insurgencias a las Fuerzas Armadas, Policiales y Organismos de Seguridad del Sistema Capitalista en todo el continente; a través de la Agencia Central de Inteligencia, CIA; y de sus Misiones de Asesores Militares Norteamericanos, MAGG; adscritas a sus embajadas acreditadas en los países del continente.
Durante el periodo de «La Guerra fría» cada superpotencia impuso al mundo su política exterior insurreccional y de contra insurgencia; y su particular lógica y estilo de dominio imperialista de carácter ideológico y militar.
«La Guerra Fria”, era una variable exógena, independiente, imponderable, fuera de control y del ámbito de decisiones y voluntades de los mandatarios y gobiernos latinoamericanos de la época.
