El día que Fidel Castro le regaló un islote a Alemania Oriental




Isidro Toro Pampols

La historia de Hispanoamérica tiene numerosos episodios de guerra entre naciones hermanas por posesión de territorios, pero esta reseña se inscribe dentro de otra esfera, la de “curiosidades latinoamericanas”.

Fidel Castro visitó oficialmente a Berlín, Alemania Oriental (RDA), el 20 de junio de 1972.

Como muestra de amistad y solidaridad internacional, el caudillo cubano les otorgó la isla Cayo Blanco, ubicada al suroeste de la legendaria Bahía de Cochinos, lugar donde se escenifico la invasión de exiliados anticastristas en abril del año de 1961.

Se abría una relación de colaboración con fuertes lazos políticos que perduró hasta la reunificación alemana el año 1990.

Durante ese tiempo, ambos regímenes intercambiaron información vital, mano de obra, capacitación tanto de trabajadores como de funcionarios y venta de equipos industriales.

Se llegó a difundir que la Stasi, la policía secreta de la RDA, instaló un sistema electrónico de escucha para que la policía cubana pudiesen oír a los militares norteamericanos apostados en la base de Guantánamo.

En el marco de la hermandad socialista, Castro le regala en 1972 el precitado cayo que se renombra en honor al político comunista alemán Ernst Thälmann, quien fuera preso por la Gestapo nazi y fusilado en 1944.

El 18 de agosto de 1972 el noticiario de la televisión estatal en la RDA informó sobre la ceremonia de transferencia de soberanía y la inauguración de un busto de Ernst Thälmann, con la presencia del embajador, otros representantes alemanes y un grupo numerosos de políticos cubanos.

Esta isla es de forma alargada, con una superficie aproximada de 7 km².

El proyecto contemplaba convertirla en un punto turístico para las personas que vivían en Alemania Oriental.

Esto no se llevó a cabo por los problemas económicos posteriores y permaneció intacta con sus playas sin perturbar.

En mayo de 1980 Erich Honecker, el Jefe de Estado de la RDA, visitó Cuba para inaugurar una fábrica de cemento. Allí Fidel Castro destacó que habían recibido todo el apoyo del país europeo con una favorable financiación.

El año 2001 el diario alemán Die Tageszeitung, reconocido como Taz, emprendió una campaña satírica que iniciaron con el titular: «Fidel nos dio una isla al sol».

El 12 de febrero del precitado año, en pleno invierno, la declararon 17º Estado Federado de la República Federal Alemana a lo que el Ministerio Alemán de Exteriores aclaró que «el cambio de nombre y la firma sobre el mapa en 1972 fueron solamente actos simbólicos que no tuvieron nada que ver con la propiedad, de manera que Alemania no consideraba ninguna reclamación» (1).

Tras estos hechos quedo lo ocurrido como un acto propio para la curiosidad latinoamericana. De su lado, los embates del huracán Mitch destruyeron el busto del líder comunista y en la actualidad, a mejor noticia, el espacio geográfico permanece deshabitado, conservando su riqueza medioambiental.

(1) https://www.abc.es/internacional/abci-cuando-alemania-tuvo-isla-cuba-201911100215_noticia.html

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