¿CÓMO CREERTE, LUIS?



Por Narciso Isa Conde

Visto lo acontecido y bien evaluadas las sucesivas operaciones contra determinados carteles de la droga y bien observada la manera como ellos resucitan, se recomponen o se sustituyen…

Presente las amenazas contra Miriam Germán de una organización narco-criminal criolla, que conectada a un poderoso cartel mexicano, ha crecido en la región del Cibao bajo protección de la PN y DNCD (tuteladas por la DEA y FBI)…

¿Cómo creerle al Presidente Abinader sus afirmaciones sobre el significado que le atribuyó a la OPERACIÓN FALCÓN bajo el mando de la DEA?

¿Cómo aceptar que en este país dependiente de EEUU se ha dado inicio a una política eficaz para ponerle fin al crimen organizado?

¿Cómo creerle que contamos con un Presidente-Superman, con poderes para desmantelar todas las redes de narcotraficantes funcionales al capitalismo gansterizado de allá y de acá?

¿Cómo asimilar la idea de que este Gobierno y el de EEUU van a acabar con el crimen organizado y salvar a la humanidad de un modelo creado por las elites financieras y militares que los tutelan?

¿Cómo no pensar que los aparatos policiales y de seguridad que intervienen en el caso Miriam, van a mediatizar esas investigaciones? ¿Cómo obviar que los sucesivos espectáculos mediáticos de Luis, recomendados por sus “hacedores de imagen”, habrán de chocar violentamente con la realidad?

Generalmente las informaciones brindadas a la PGR por la DEA y la DNCD solo sientan las bases para someter algunos delincuentes comunes, sin tocar altas esferas políticas, empresariales y policiales-militares; protegiendo, manipulando y chantajeando las complicidades que garantizan la permanencia de la narco-economía dependiente y del Narco-Estado local.

El crimen organizado -ensamblado con el poder constituido- va mucho más allá de los carteles no preferidos o de aquellos que las circunstancias obligan a perseguir y golpear parcialmente. Son muchos los carteles y profusas las redes asociadas a instancias estatales, así como optimas las condiciones para su reproducción en el marco de un sistema que le sirve de caldo de cultivo.

Pero, además, actualmente abundan los narco-vínculos impunes a nivel de cúpulas partidarias, militares, policiales y empresariales; culpables no incluidos y casos relevantes obstruidos por la partidocracia del PRM, por su contubernio con la FUPU y su blandenguería respecto al PLD.

Casos tipo López Pilarte-Gutiérrez-Abreu-Solano-Del Tiempo-Agosto-El Abusador… y situaciones como la impunidad que cubre a ex presidentes y a jerarcas de la política criolla y de la carrera policial-militar delictiva, deberían hacer desistir a Luis Abinader de gobernar mediáticamente, al margen de una terca e implacable realidad que lo despoja de un disfraz llamado “transparencia”.

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