Dando Jaque: Cayó Bajmut, ¿qué sigue ahora…?



-Ramón Vargas

Occidente tiene un problema y es que, la soberbia y gloria de un pasado que jamás volverá, le impide superar: creen que con mentiras y propaganda pueden cambiar realidades imposibles de ocultar…

Hace tiempo, sin ser un experto ni nada que se parezca, vaticiné que la derrota de Ucrania y todos sus patrocinadores, con la OTAN a la cabeza, estaba sellada desde antes de empezar la guerra.

El anunciado suministro de los F‐16, igual que la promocionada llegada de los Himmars, Leopards, Patriot, etc., no podrán revertir una guerra que, de prolongarse, sólo significará más muertes y sufrimientos para los ucranianos…

El causante principal de ese desastre, Zelensky, a quién ya algunos medios occidentales acusan de actuar bajo los efectos de las drogas, anda desesperado buscando ayuda militar y dinero para continuar un conflicto que sus socios ya comienzan a dudar en mantener.

Para ganar una guerra se necesitan dos cosas que Ucrania (si es que algún día tuvo), ya perdió: una economía fuerte y un ejército potente y profesional. Su economía está devastada con el producto interno reducido en un 50%, y su ejército destrozado, teniendo que recurrir al reclutamiento de jóvenes, mujeres y ancianos… Así es muy difícil.

La batalla perdida en Bajmut (Artiómovsk para los rusos), fue un imperdonable error de Zelensky y sus fanáticos nazistas; el general de más alto rango del Pentágono, Mark Miller, se lo advirtió cuando dijo: la batalla está perdida, deben retirarse.

Aunque ciertamente era una difícil decisión, hay que recordar que esa guerra comenzó en 2014 con la revuelta Euromaidán patrocinada por Occidente contra el pro‐ruso, Viktor Yanukovich, y alrededor del triángulo Soledar, Bajmut y Avdiivka se construyeron tres líneas defensivas para proteger el Donbass, preparando Occidente (admitido esto por Merker y Hollande), al ejército ucraniano para la guerra contra Rusia. La derrota en Bajmut sólo deja la última línea, que es la más vulnerable, alrededor Sloviansk y Kramatorsk, cuando sea conquistada, todo el Donbass será ruso.

Hay unos comentarios del político y empresario alemán, libre de sospecha de ser pro-Moscú, Kim Dotomar, que de manera aguda y contundente, describe la realidad de lo sucedido en Bajmut: «el cocinero de un restaurante (se refiere a Yevgueni Progózhin, el jefe del grupo Wagner), con 60,000 convictos, igual que granjeros cuidadores de cabras en Afganistán, derrotaron al ejército pagado y entrenado por la OTAN.»

Y siguió diciendo: «el ejército que gasta un billón de dólares ‐ refiriéndose a los norteamericanos‐, ni siquiera pueden retener Bajmut». Y agregó: «tu propaganda (refiriéndose a Biden) de guerra fracasó, tus sanciones fracasaron, nadie quiere tu estúpida guerra proxy «. Ante la realidad de los hechos, qué nuevas mentiras podemos esperar… Seguirán con el cuento de que derrotaron a Rusia.

Lo cierto es que el desarrollo del conflicto claramente va definiendo el resultado final y, eso no se puede ocultar.

Occidente tiene dos opciones, y es como elegir entre el cáncer y el SIDA: prolongar un conflicto que no ganarán o negociar con Rusia cediendo el Donbass, ya conquistado por esta.

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