Ramón Vargas
Hablar simplemente de ganar o perder en ocasiones tiene cierta relatividad… cuenta mucho cómo se gane o pierda…
Nuestras Reinas del Caribe están para cosas grandes, no es que simplemente lograron clasificar en el pre-olímpico hacia París 24, es cómo lo hicieron.
Luego de perder el primer partido frente a las checas (confieso que no sólo me preocupé y desvelé ese día inaugural), puse en dudas las posibilidades de la clasificación. Esto en razón de que en el calendario en los primeros 4 juegos, enfrentamos “a los débiles»: República Checa, Canadá, México y Ucrania, para cerrar con los 3 fuertes: Serbia (campeón mundial), China (además anfitrión) y Holanda. Iniciar perdiendo contra uno de los ganables, no era un buen augurio… ya no vuelvo a dudar: Las Reinas son Las Reinas.
Cuando digo que están para cosas grandes, no es un simple decir o por simpatía (aunque como ustedes comprenderán, no soy imparcial), es la forma espectacular en la que cerraron el pre‐olímpico, derrotando a tres de los 10 mejores del mundo; ya en el NORCECA, las Reinas habían derrotado a USA Y a Brasil.
¡Qué paisito más agenta´o este!, miren cuáles son los 8 más grandes en ese orden: Turquía, Serbia, USA, Brasil, Italia, China, Polonia y República Dominicana. Ahí están Las Reinas, olvídense de Rusia, Inglaterra, Japón, India, Francia, etc. Además de clasificar, ganaron el grupo A del pre‐olímpico.
Hay que dar crédito a los directivos de la Federación de Voleibol por el gran trabajo realizado. Luego de la salida de Milagros Cabral, Priscila Rivera y la merma natural de la mejor de todos los tiempos, Bethania de la Cruz, incluso han logrado mejorar el nivel de la selección.
En el Voleibol, como en el Fútbol y otros deportes, casi siempre el mayor crédito es para los delanteros y atacantes, ahí que se hable más de las Martínez, de la zurda de oro, Gaila González, de Yonkaira (Dios mío, ¡Cuánto ha progresado esa muchacha!), y en verdad, qué buenas son, pero el alma de esa selección tiene un nombre: Brenda Castillo.
El corazón de esa pequeña es más grande que la isla misma. Y es que hay que ver que con la fiereza que defiende y las pelotas que salva, no por casualidad está considerada la mejor libero del mundo. Su valor se puso de manifiesto en el juego que, Puerto Rico, después de 10 años perdiendo, nos ganó aprovechando que su mamá, Brenda, no participó; todavía lo celebran… Esa muchacha y Marileidy son la mejor cara del País.
Siempre se dice que los peloteros son los mejores embajadores, eso es falso. Además de lo mucho que ganan y lo poco que aportan, muchos de ellos (con sus excepciones), son insaciables, buscando exoneraciones y formando fundaciones, más para pedir que para dar. En un mundo donde se practica más el Voleibol que el béisbol, esas son, al día de hoy, nuestras mejores embajadoras.
Ojalá las autoridades no las olviden y se les de toda la asistencia necesaria para que sigan creciendo. En ellas, por el nivel que están demostrando, tenemos esperanza de medalla en la gran fiesta de París. ¡Gloria eterna a esas Reinas que nos dan alegría en medio de la tristeza!
