Isidro Toro Pampols
Se anunció la segunda parte de la opositora Alianza Rescate RD 2024, la que se había oficializado el pasado 21 de agosto de este año.
Desde ese momento se construyeron comentarios favorables y adversos con respecto al futuro de esta.
Lo cierto es que anunciaron acuerdos en torno al 90% de los electores y posiciones en el campo municipal, lo que seguramente implicó una laboriosa actividad a nivel detalles.
En anterior articulo publicado en este medio el día 01 de septiembre del año en curso, señalé que las alianzas son hechos saludables para la democracia.
Que en República Dominicana regularmente hay coaliciones electorales y algunas han trascendido en la historia política del país, como el Acuerdo de Santiago en 1974.
En el precitado artículo señalé que la alianza marcaba para ese momento el 40% de las plazas municipales la que debería ampliarse incluyendo municipios importantes, como el Distrito Nacional, Santiago, entre otros.
Lo cierto es que ensancharon hasta alrededor del 90% del electorado y de los cargos municipales, además de una cantidad importante de posiciones senatoriales, lo que significa una demostración de fortaleza importante.
En las elecciones del año 2020 el presidente Abinader ganó con 2,154,876 votos que representó el 52.52% de los votos con una abstención que alcanzó el 45%, un 15% más de lo habitual atribuido a la pandemia del COVID 19.
El presidente Abinader necesita sostener la votación obtenida y sumar unos 700,000 sufragios para ganar en primera vuelta, sobre la base de un 30% de la abstención.
Esos votos tendrán que buscarlos entre los nuevos inscritos que son alrededor de 600,000, más una cantidad de los abstencionistas del año 2020.
Frente a ese panorama la fortaleza de la alianza opositora se muestra como un real obstáculo para las aspiraciones reeleccionistas.
La estrategia de campaña del PRM, además de sumar votos en los sectores señalados, será intentar crear confusión manejando los roces naturales que se sucederán entre los candidatos a regidores y vocales que van en las listas diferenciadas de cada partido.
Es una tarea nada fácil, visto los inconvenientes que ha tenido el PRM en su nivel distrital y municipal, que se reflejó en la derrota de la mayoría de los titulares que fueron sometidos al escrutinio en las primarias de ese partido.
Hay que ver cuántos verdaderos dirigentes locales tendrán la voluntad de hacer el trabajo. Por su parte, los comentaristas comprometidos harán lo propio desde los medios de comunicación.
De su lado, las perspectivas reales de triunfo en las elecciones presidenciales y conformar gobierno, ayudará a los lideres de la alianza opositora a capear problemas locales.
Lo cierto es que los ciudadanos estaremos expuestos a una propaganda electoral que se enfocará en buena medida a intentar desarticular la alianza opositora y esta, a exponer las fallas del Gobierno a nivel local y nacional.
Así que veremos cómo reacciona ese 15% que en las elecciones presidenciales no se sintió motivado a votar ni por el actual presidente Abinader ni por el candidato oficialista del momento, Gonzalo Castillo, así como los 600,000 nuevos electores, sin tomar en cuenta el nivel de decepción que puedan tener los votantes del año 2020.
