Dando Jaque: De águila a cigua



-Ramón Vargas

Un hombre tan noble como Tony Peña no se merece que lo metieran en ese lío… Él, junto a Felipe Rojas Alou, son los dos mejores peloteros nacidos en Quisqueya. Además de los números, por su comportamiento tanto dentro como fuera del terreno. El amor por las águilas lo llevó a caer en ese gancho.

El béisbol de hoy es muy diferente al de ayer; la dinastía, que junto a él encabezaron Miguel Diloné, Luis Polonia, Miguel Tejada, Félix Fermín, Batista, Castillo y otros, no existe ni volverá. Ya la mentalidad es otra, en el terreno y en la oficina.

Un Miguel Tejada, que jugaba 162 partidos cobrando en dólares y, el primer día de la temporada se enfundaba el uniforme, es ya referencia de una historia que se fue en un vuelo más alto y lejano que el águila misma.

En estos tiempos, cuando un lanzador tira 10 inning y un pelotero agota 50 turnos, lo declaran en fatiga extrema; y en esta época, en las oficinas dirigen los “popis”, no los deportistas.

Lo más positivo del béisbol actual es la eliminación del monopolio Aguilas‐Licey, los equipos (exceptuando los gatitos del Escogido), compiten de igual a igual.

Las Estrellas no son las de los Antun, los Toros a cualquiera hacen un lío y los Gigantes son tan aguerridos como la tierra que le sirve de sede.

En este nuevo escenario ya no basta con el cuento aquel de: “el valle de la muerte», más bien hoy parecen: «el valle de los muertos».
Desde el inicio mismo de la temporada se evidenciaba que este sería un invierno difícil y largo para la cuyaya. Esto se reflejó con la contratación de peloteros desechados de un equipo sotanero como el Escogido. De ahí que no fue casualidad que Tony Peña declarara que recibió un equipo de enanos; el problema es que esta no es la liga de Liliput y que en el Cibao hay unos gigantes jugando en la liga de Gulliver.

Será muy difícil con todo el respeto, la admiración y su historia de hombre que ha jugado y ganado en tantos terrenos como bien ha hecho Tony Peña, que estas aguilitas convertidas hoy en ciguitas, lleguen a la post- temporada.

Mientras tanto, el otro león, hoy gatitos peluches, esperan en las profundidades del oscuro sótano la compañía de la indefensa cigua…

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