Isidro Toro Pampols
Charles Gide (1847-1932) fue un intelectual e historiador del pensamiento y profesor, entre otras instituciones, en la Universidad de Paris y del prestigiosísimo Colegio de Francia. Contribuyó a poner en marcha una filosofía del sector a través de la Escuela de Nimes, que fue un movimiento cooperativista galo dirigido por los protestantes Èdouard de Boyve y Auguste Marie Fabre.
Estos tres adelantados franceses crearon la Sociedad Cooperativas de Consumo de Francia, en 1887 y su publicación oficial, L’Emancipation.(1)
La época en que transitó Gide por este plano existencial fue de confrontación entre las practicas proteccionistas de algunos países y el liberalismo económico. El proteccionismo se fundamenta en la intervención del Estado con el fin de proteger la producción nacional frente a la competencia extranjera. El economista alemán Georg Friedrich List (1789-1846), antecesor de la escuela de historia de economía política alemana y cuyas ideas dieron pie a la Comunidad Económica Europea, sugería que para la Comunidad Germánica alcanzar los niveles de desarrollo de la Gran Bretaña debía restringir las importaciones del Reino Unido y promover la industrialización alemana. Mientras el liberalismo, como doctrina económica, impulsaba la iniciativa privada y el libre mercado.
Gide planteaba una alternativa basada en el cooperativismo. Consideraba una contradicción colocar la producción nacional en el extranjero y no comprar nada afuera. Otro problema que se generaba es que el proteccionismo recibía con agrado al capitalista extranjero que invertía en suelo nacional, pero no al comerciante y al obrero que llegaba para trabajar. Igualmente, Gide no buscaba en absoluto el libre comercio como lo dicta el liberalismo, sino una relación permanente entre las naciones y los individuos, forjando una relación de subsidiaridad, que en principio es una de las características del federalismo.
Así Gide consideraba la filosofía del cooperativismo como una participación emancipadora, una estructura de aprendizaje para la democracia y la eficiencia económica, que permitía abolir el régimen de lucro liberal sin caer en el estatismo. Para ello era necesaria la convocatoria de personas, más allá de nacionalidades y del libre juego de intereses, con el fin de localizar puntos de encuentros que permitiesen un desarrollo armónico en común, que implica una acción solidaria, es decir compromiso reciproco, ayuda mutua entre los hombres y mujeres más allá de barreras políticas que dividen países para que, en conjunto, los individuos puedan alcanzar objetivos compartidos que beneficien a todos los miembros de la sociedad en general y de la asociación cooperativista en particular.
Hoy ese pensamiento ha ido avanzando y el cooperativismo da muestras de ser una de las fraternidades que vinculan a grupos humanos con fuertes lazos de solidaridad basados en la cooperación, no solamente en un país determinado, sino internacionalmente.
1) Montagut, Eduardo. Charles Gide y la economía de la cooperación. https://elobrero.es/textos-historicos-obreros/68659-charles-gide-y-la-economia-de-la-cooperacion.html
