Se cierra el cerco




-Ramón Vargas

Cuando finalmente las tropas de Vladimir Putin ocupen las ciudades de Sloviansk, Bajmut y Kramatorsk, se habrá cumplido el plan inicial del Kremlin de liberar por completo el Donbás. Para lograr ese objetivo es solo cuestión de tiempo.

Tan pronto los rusos desalojaron al ejército ucraniano de Severodonetsk y Lisichansk, y cortaron la carretera T‐1302, liberando por completo la Provincia de Lugansk, la derrota de Zelensky quedó sellada.

El avance de los rusos hacia Donetsk, cuando corten la ruta de la carretera nacional 103, donde Ucrania tiene su base principal en Donbás, será incontenible. Ya el centro de mando, ubicado en Kramatorsk, está en poder de la milicia pro‐rusa. Lo que está por verse es, si los rusos liberado el Donbás, continuarán su avance o se quedarán a consolidar el territorio ocupado.

Los planes de Putin son difíciles de predecir; los combates en Járkov (segunda ciudad ucraniana, fronteriza con Rusia), no han cesado; y la posibilidad de seguir hasta Odesa, estratégica ciudad en el Mar Negro, atacando Mikolaiv, es un manjar apetitoso para Putin. El fracaso de Kiev en el Este y el Sur y la salida de Johnson como primer ministro de Londres, que junto a los polacos son los principales defensores de Zelensky, dejan a los ucranianos en una posición muy precaria. Tan inminente es la derrota de Zelensky y, con él, de Occidente, que ya los medios que hablaban de la posibilidad de una derrota rusa guardan silencio.

Es risible el vaticinio de algunos que pronosticaban que, al igual que Afganistán, Rusia se empantanaría en Ucrania. Eso es desconocer por completo la realidad de los dos conflictos. En Kabul, Moscú estaba rodeada de enemigos, el Este de Ucrania está respaldada de amigos y simpatizantes. Con los aliados y las milicias pro rusa del Donbás, Moscú tiene garantizado el control de la región. Ucrania no quedará en posición de continuar el conflicto, estará débil y el generoso respaldo de Occidente, con sus graves problemas económicos, tiene sus límites; más evidenciando su fracaso en la guerra. Salvo que situaciones imprevistas se presenten, Putin saldrá fortalecido.

Tan confiado y envalentonado está, que recientemente ha desafiado a Occidente declarando: «dicen que su objetivo es derrotar a Rusia militarmente, ¡qué lo intenten! Además, señaló: «No nos negamos a negociar, pero sepan que mientras más duren, peor será para ustedes».

Esa es la realidad de un conflicto que pudo evitarse, y que al final, como siempre, nadie responderá por los muertos…

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