-Ramón Vargas
Ya la consecuencia de la crisis en la UE está a punto de hacer metástasis. La partida de ajedrez con Vladimir Putin está cerca del mate. La Unión Europea camina a pasos lentos pero irreversibles hacia la estanflacción; y esa mortal combinación de inflación y estancamiento productivo provocará grandes convulsiones sociales y estas traerán crisis políticas.
En Alemania, Inglaterra, Italia y Francia, comienzan las protestas ante la disminución en la calidad de vida ciudadana; ya volaron Boris Jhonson en Inglaterra y Mario Draghi en Italia, en Berlín y París el agua de Enmanuel Macron y Olaf Scholz, está hirviendo…
Solo basta leer las dramáticas declaraciones del alcalde de Londres Sadiq Khan cuando dijo: «no hemos visto nada parecido antes, millones de personas no podrán pagar sus facturas de calefacción y se quedarán sin comida en el invierno». Denunciando además, el aumento sin precedente de la energía eléctrica con una inflación que supera el 10%.
Esto no sucede, digo yo, en Caracas, Centroamérica, África o Asia, es en Inglaterra.
Los líderes europeos cometieron el grave error de subestimar a Putin y sobre estimarse ellos; siguiendo ciegamente, como simples vasallos, los pasos del octogenario inquilino de la Casa Blanca.
Rusia, hoy, aunque también sufrirá por las sanciones y la crisis europea, dispone de todos los recursos (como nadie en el mundo), para imponerse y doblegar a sus enemigos.
Este juego del gato y el ratón de abrir y cerrar el grifo del gas que llega a Europa, esta creando las condiciones y avisando que el frío está cerca y él (Putin) tiene las llaves.
Lo penoso de esto es que sufrirán los más vulnerables, pero al mismo tiempo será una oportunidad para que los pueblos pidan y ajusten cuentas contra los dirigentes de la vieja y saqueadora Europa; que en el pasado logró riqueza y desarrollo robando los recursos de los pueblos indefensos.
Lo irónico de todo esto es que al principio de la guerra en Ucrania, todos los días los mediocres líderes europeos daban declaraciones diciendo y amenazando a Rusia con dejar de comprar el petróleo y el gas; ahora, ante la dura realidad, mendigando por unos recursos que solo sus enemigos pueden suplir. Esto mientras el humorista Zelensky pide y suplica por más sanciones, pretendiendo mantener en el tiempo un conflicto, que serán otros que decidirán y será él quién saldrá sacrificado.
Decía Napoleón: «siempre hay posibilidades de recuperar el espacio perdido, pero el tiempo jamás se recupera».
El invierno se acerca, y el rey de Putin (el gas), esta listo para dar el jaque mate…
