Vulgares “comunicadores” en TV y radio (1)



Por Carlos Nina Gómez

Semanas antes de escribir el presente artículo, traté de comunicarme con mi viejo amigo, el veterano locutor Joseph Báez, presidente de la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía.

Quería tener un contacto con él cara a cara, y consultarlo sobre aspectos relativos al trabajo que realiza al frente del órgano que preside. ¡Pero mis intentos fueron fallidos!

E incluso también le envié, vía Whatsapp, la invitación para que asistiera al lanzamiento de mi nuevo libro que titulo Historia Imborrable -Gigantes del periodismo dominicano- que tuvo como escenario, el pasado 24 de marzo, la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña con una masiva asistencia. Pero tampoco fue receptivo.

Tras ser designado en el cargo, a los pocos días de tomar posesión de la Presidencia Luis Abinader, hablamos bastante respecto a su nombramiento y los proyectos que tenía en carpeta.

Hasta me reveló: “Vamos a poner en práctica el relanzamiento de la Comisión Nacional de Espectáculos Púbicos y Radiofonía porque es una necesidad que se renueve esta institución”… fueron más o menos sus palabras y las positivas perspectivas que esperaba.

Uno de los objetivos que busca concretar la institución estatal -hay que remachar sobre el particular-, según lo que se lee en sus reglamentos, es “garantizar y velar por la moral social, evitando que se lleven a cabo espectáculos públicos y emisiones radiofónicas que ofendan la moral, las buenas costumbres, los principios y normas”.

Debo significar que el obsoleto reglamento 824 (¿y cuándo será echado al piso este adefesio?) “busca regular el contenido de la programación de los sistemas de radiodifusión sonora y televisión de acuerdo con la ley de telecomunicaciones, convenios internacionales y cualquier otra disposición legal”.

Además, respetar el derecho a la libre expresión del pensamiento, ideas y opiniones por cualquiera de los medios a cargo del mismo órgano, “siempre y cuando -precisa- se respete la ley de orden público. Dictar medidas necesarias para los asuntos relativos a espectáculos públicos o emisiones radiofónicas y televisivas que puedan perjudicar los principios, valores y normas del pueblo dominicano”.

Hay otras disposiciones que norman la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía. Y las siguientes son de capital importancia: “Suspender espectáculos públicos o emisiones radiofónicas cuando compruebe la violación de las disposiciones reglamentarias, así como velar por el buen funcionamiento de las salas e instalaciones de espectáculos públicos y su plan de contingencia”.

En la segunda entrega entraré de lleno en el irrespeto de falsos comunicadores que dirigen, con vulgaridad olímpica, programas de radio y televisión.

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