Backlash, espiral del silencio y cierre de la frontera



Isidro Toro Pampols

El Gobierno dominicano procedió a cerrar la frontera como medida de presión para que en Haití se suspenda la construcción de un canal que drenaría parte o totalmente las aguas del rio Dajabón o Masacre que nace en República Dominicana, transita territorio haitiano y desemboca en el mar en zona dominicana.

El Gobierno con esta medida impide la circulación de personas y mercancías.

El cierre contempla las fronteras terrestres, marítima y aérea. Se han suspendido el otorgamiento de visas para que nacionales de ese país ingresen legalmente a la República.

Vamos a analizar la medida utilizando varios conceptos de la sociología política.

El primero, el término inglés backlash comúnmente traducido al castellano como «una respuesta negativa en contra de algo», el cual es una noción sociológica que hace referencia a aquel rechazo por parte de un importante grupo de personas en contra de algo que ha ganado popularidad o éxito recientemente.

El segundo la espiral del silencio, que es una teoría de la comunicación política propuesta por la politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann, en su libro La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social (1977), donde plantea que la opinión pública es una forma de control social en la que los individuos adaptan su comportamiento a los predominantes sobre lo que es o no aceptable.

El planteamiento central es que las personas temen al aislamiento social y, por ello, hacen seguimiento e incluso acompañan a las opiniones y comportamiento que supuestamente es el sentir de la mayoría en su entorno.

O sea, no quieren aparecer junto a una minoría por temor a sentirse aislado.

La defensa de la patria en un clarín que convoca a todos. Difícilmente alguien se oponga y por ello se observa el abrumador apoyo que concita la medida en las primeras de cambio.

Pero el precitado régimen contiene varias partes: el cierre de la frontera, aspectos legales como los acuerdos internacionales que regulan la materia, movilización militar, medidas económicas para paliar la situación, entre otras.

Luego, Haití es uno de los principales socios comerciales del país y buena parte de la producción de extensas regiones fronteriza, incluso de Santiago, hacen negocios con la nación vecina.

Aquí vemos, según el backlash, a un grupo de ciudadanos que, estando de acuerdo con la defensa de la patria, observan que debió escalarse las medidas agotando primero las diplomáticas y luego de un tiempo prudencial, elevar la presión.

En la sociedad hay dos tipos de opiniones: las estáticas, por ejemplo, las patrióticas y las cambiantes. En estas, el individuo observa con atención en qué dirección se orienta la opinión.

Aquellos que entienden que el cambio se dirige en la misma dirección que las suyas, las acompañará en público, pero, al contrario, si el cambio se produce con medidas con las que tiene observaciones, tenderá a ser más cauto, según plantea la teoría de la espiral del silencio.

Veamos algunas variables teóricas que pueden ocurrir: si una opinión que se muestra mayoritaria se percibe frágil, tenderá a declinar en el futuro.

A la inversa, si una minoría es vista como sólida y coherente, irá en aumento.

Segundo, en los casos de fragilidad en la opinión dominante, es un indicativo que está ocurriendo un cambio profundo en la misma.

Allí están las alarmas que deben atender los dirigentes. Muchas veces el ego no les permite ver los cambios que se avecinan.

Tercero, si los seguidores de una mayoría no prevén que ésta pueda mantenerse en el porvenir, fracasará. A la inversa, si la creencia es una evolución favorable, sus miembros solidificaran su opinión.

Con el cierre de la frontera ya se escuchan opiniones expertas que señalan lo improcedente de haber escalado rápidamente las medidas. Lo anterior plantea algunas posibilidades.
Primero, si continúan la construcción del canal y buscan suministros alternos para paliar los faltantes dominicanos, ¿qué hacer?

Segundo, los organismos internacionales pueden buscar alternativas para entregar los programas de ayuda para reducir la hambruna ya existente, ¿qué hacer?

Tercero, históricamente todo cierre de una frontera económicamente activa estimula el contrabando y la corrupción; en caso de suceder, ¿qué hacer?

Cuarto, en caso de ocurrir un hecho de violencia, ¿qué hacer?
Finalmente, al Gobierno se le hará muy difícil atender económicamente a todos los sectores que interactúan en la zona. No solamente se venden huevos y pollo.

Son muchos los productos que se comercializan por esa frontera.

No sabemos que variables analizaron para tomar esta decisión, pero no sería bueno que el rechazo a la medida crezca tornándose mayoritaria debilitando la institucionalidad del país.
El patriotismo no está en juego, lo que se discute es el escalamiento de medidas. Igualmente, que este hecho histórico no sea el germen de un brote ultranacionalista que llegue a expresarse como movimiento social.

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