-Ramón Vargas
( y 11)
La derrota de la OTAN en la guerra proxy que a través de Ucrania libra contra Rusia, es ya solo cuestión de tiempo.
Dije al principio de la guerra (y lo vuelvo a repetir) que es muy posible que Zelensky termine asesinado.
Algo que me llama poderosamente la atención es que varios medios occidentales están hablando que los rusos están planeando un atentado contra el dirigente de Kiev. Los rusos no tienen necesidad de eso, Zelensky ya está muerto… Además, si no lo hicieron antes, ¿por qué ahora?
Si lo mataran, cometerían un gran error… lo convertirían en héroe cuando su futuro es terminar como el responsable de la muerte de miles de ucranianos. Son muchos los que ya quieren su cabeza. El presidente de Ucrania es un engendro de Occidente, ellos tendrán que solucionar el problema creado. Los últimos acontecimientos indican hasta qué punto Ucrania se está convirtiendo en la carga que nadie quiere, además de un serio problema interno…
Seymour Hersh, prestigioso periodista norteamericano y ganador del premio Pulitzer, en un artículo que ha tenido gran resonancia, acaba de pronosticar (haciéndose eco de informaciones de organismos de seguridad de los Estados Unidos), que los soldados están a punto de amotinarse si continúan obligándolos a pelear en la fracasada contraofensiva, que se ha convertido en una carnicería ucraniana con más de 500 mil muertos (es mucho hasta para China que tiene 1,500 millones de habitantes y aún más para Ucrania con 40 millones y que ha visto partir hasta el 20% de sus ciudadanos a distintos países europeos en calidad de refugiados).
De ahí que el reclutamiento de mujeres, niños y ancianos, para que hagan lo que el desaparecido y liquidado ejército profesional (incluso entrenado por la OTAN) no pudo: enviar personas a muerte segura.
Parece paradójico… Quien mejor expresó la situación de Zelensky fue uno de sus «aliados», el polaco Andrzej Duda, cuando dijo: «todo el que se está ahogando, se agarra de todo lo posible para salvarse y este puede arrastrar a las profundidades a quién trate de ayudarle», y agregó: «podemos actuar de forma tal que podamos defendernos, para que esa persona no nos haga daño». Es decir, que no nos arrastre a las profundidades.
Para Zelensky, la peor noticia le llega desde el norte; pretendía ser recibido en una audiencia por las dos cámaras del Congreso Norteamericano y la respuesta que recibió del presidente de la Cámara de Representantes fue: «No tenemos tiempo para eso».
Ya previamente, un grupo importante de congresistas norteamericanos habían enviado una carta pidiendo el fin de la ayuda para Kiev. Últimamente, las estrellas continúan alineándose para el final de Zelensky; la crisis en Oriente Medio lo deja relegado «a lo que se pueda».
Si a todo eso sumamos la dificultades de Joe Biden, que además de la senectud que le afecta y luego de salir corriendo de Afganistán, cargar con el ataúd de Zelensky solo dificultará su plan reeleccionista. Para muchos, todo apunta a que este invierno será más caluroso que el verano…
