La manipulación de un sentimiento noble: el patriotismo



Por Inocencio García Javier

A principios del mes de noviembre del año 2021 el presidente Luis Abinader realizó una convocatoria a los partidos políticos con la intención de unificar criterios para enfrentar unidos el deterioro de la situación económica, social, de seguridad nacional y política por la que está atravesando la República de Haití.

A esa convocatoria asistieron treinta partidos políticos y, sin excepción, la totalidad de estos expresaron su satisfacción con la indicada convocatoria, expresando algunos de los presentes algunas reservas a los planteamientos del mandatario en la forma y contenido de abordar las complejas relaciones bilaterales entre los dos países, entre los cuales estuvo la Fuerza del Pueblo, liderado por el ex presidente de la República doctor Leonel Fernández.

En general, de esa primera reunión se salió con unas expectativas que todos los participantes esperaban que fueran auspiciosas. Se escogieron cuatro partidos mayoritarios y cuatro minoritarios para la redacción de un comunicado que expresara un determinado consenso del conjunto de los treinta partidos participantes.

En el comunicado aparecido en los medios de comunicación en la segunda semana de enero de 2022 se expresó que Haití vive una crisis multidimensional y de que esa situación ha llevado al vecino país a un colapso sistémico; y que vistas esas causas se reclamó a la comunidad internacional, en especial a los países desarrollados, a que asumieran sin dilaciones un esfuerzo de ayuda y colaboración serio y consecuente con el rescate de Haití.

En la propuesta de documento sometido por la Fuerza del Pueblo como conceptos a ser incorporados, planteamos lo siguiente, citamos: “Ante esa situación, los partidos firmantes, mostramos nuestro a poyo a las medidas tomadas por el gobierno dominicano en los últimos días, tendentes a garantizar la seguridad de nuestra nación y su gente. En estos momentos de tensión, el Estado dominicano debe enfrentar con determinación y prudencia el riesgo que representan las bandas armadas en territorio haitiano con potencial desestabilización para la seguridad nacional de nuestro país”.

“Asimismo, recomendamos al gobierno que encabeza el presidente Luis Abinader tomar las medidas necesarias para lograr que la situación del vecino país no repercuta negativamente sobre los medios de vida de miles de dominicanos y haitianos que se benefician del mercado binacional”.

El párrafo final de ese comunicado aparecido en la fecha indicada en los medios de circulación nacional fue acogido íntegramente por el propuesto por la Fuerza del Pueblo que dice, citamos: “Finalmente, ratificamos la política de buena vecindad con el pueblo haitiano, basada en la no intervención y respeto mutuo de la soberanía, así como en la necesaria contribución que cada uno, desde su territorio, debe aportar a la seguridad de sus nacionales y a la preservación de los medios de vida, y de manera esencial a la dignidad humana como pilar fundamental de un Estado Social y Democrático de Derecho”.

El gobierno dominicano que se comprometió a que se formara una comisión permanente de partidos políticos para seguir profundizando en lo que se pudiera considerar una “Doctrina de Política Exterior” propuesta por la Fuerza del Pueblo respecto al Estado vecino, no convocó más a las organizaciones políticas durante más de un año cuando en el mes de marzo de 2023 llamó a el denominado “Pacto de Nación por la defensa y la Soberanía Nacional”.

Como se puede observar en los párrafos que anteceden, la Fuerza del Pueblo, como segunda fuerza política del país, acudió al llamado del presidente de la República en esa primera convocatoria del mes de noviembre del año 2021 y que apoyaba las medidas adoptadas por el jefe del Estado, pero que las mismas debían ser enfrentadas con “determinación y prudencia”.
La determinación implica una defensa de la seguridad e integridad territorial del país, disponiendo de todos los medios al alcance del Estado dominicano; con prudencia, significa que las mismas deben responder a unos objetivos estratégicos que al adoptarlos no perjudiquen los intereses nacionales, entre los cuales está el que las medidas no afectaran los medios de vida de dominicanos y haitianos que se benefician del mercado binacional, entre otras consideraciones estratégicas.

Lo anterior es la prueba inequívoca de que la Fuerza del Pueblo asume la defensa de la Nación y de la Soberanía Nacional.
¿Qué ha ocurrido desde noviembre de 2021 hasta la fecha y por qué la Fuerza del Pueblo no participó en esa segunda convocatoria?

Mientras el gobierno dominicano llamó a un Pacto de Nación por la defensa y la Soberanía Nacional en marzo de 2023, el 12 de diciembre de 2022 sometía subrepticiamente al Congreso Nacional el “Proyecto de ley Integral sobre Trata de Personas, Extorsión y Tráfico Ilícito de Migrantes” que el Poder Ejecutivo hubo de retirar por el rechazo de toda la comunidad nacional por las implicaciones lesivas a la soberanía nacional.

A pesar de ese contundente rechazo nacional, el gobierno dominicano no ha renunciado al mismo y está depositado en la Consultoría del Poder Ejecutivo.
“Me deja perplejo, no le tengo una respuesta senador…”
Esa fue la respuesta del señor canciller de la República Roberto Álvarez ante las irrefutables evidencias fotográficas presentadas por el senador de la Fuerza del Pueblo David Sosa, representante de la provincia Dajabón, en las cuales mostró cómo el gobierno dominicano enajenó territorio nacional al construir la denominada Verja Perimetral Fronteriza.

“Ahora, … su pregunta de la verja y el lugar donde está…, y los humedales, la tierra dominicana que queda afuera, me deja perplejo, no le tengo una respuesta senador…, ya es una respuesta que había que buscarla con las instituciones que tienen competencia para ello. Pero yo creo que lo que usted aquí ha expuesto es lo suficientemente importante para que todos tengamos conciencia de ello y tratemos de buscar una solución, porque así, por lo que usted ha presentado no parece como la mejor solución o una solución aceptable. Es lo único que le puedo decir”.

Aparte de que la edificación de ese muro dejó del lado oeste del mismo la mayor parte de la Laguna de Saladillo que forma parte de la Convención Ramsar de Protección de los Humedales de Naciones Unidas, el cual está clasificado entre los seis humedales de categoría internacional por ser un ecosistema único de reserva natural de vida silvestre de flora y fauna.

Las tres razones anteriores fundamentales por las que la Fuerza del Pueblo no participó en la segunda convocatoria hecha por el presidente Luis Abinader consistieron en el compromiso del gobierno que él encabeza con el proyecto integral de tráfico y trata de que anularía la soberanía nacional en materia migratoria y de asilo, así como por la violación al Art. 9, Territorio Nacional, Constitución del 26 de enero de 2010, que en uno de sus párrafos señala lo siguiente, citamos: “Sus límites terrestres irreductibles están fijados por el Tratado Fronterizo de 1929 y su Protocolo de Revisión de 1936…”

Y resulta que mientras el presidente Luis Abinader convoca a un Pacto de Nación por la Defensa y la Soberanía Nacional enajena territorio nacional y no rinde cuentas a los dominicanos. Territorio que con el tiempo va a ser ocupado por los haitianos si no se adoptan las medidas de seguridad correspondientes.

Una tercera razón por la que la Fuerza del Pueblo no acudió a esa segunda convocatoria radica en el hecho de que un sentimiento nacional que es tan caro a los dominicanos como lo es el patriotismo no debe ser instrumento de recurso electoral reeleccionista. Hay límites en la práctica política que no se deben traspasar.

El cierre de la frontera y su impacto social, económico, ambiental y diplomático
La Fuerza del Pueblo, por intermedio de su presidente y líder, el doctor Leonel Fernández, manifestó que era necesario que el gobierno dispusiera de un reforzamiento de la seguridad en la frontera, dado el deterioro extremo de la seguridad en Haití por el dominio territorial de las distintas federaciones de pandillas existentes en ese país.

Ahora bien, ¿ha habido relación entre la inversión política, económico-financiera y de recursos logísticos al desplazar hacia la frontera personal y pertrechos militares en la escala que vimos y el objetivo que se planteó el gobierno que consistió en detener la construcción del canal del lado haitiano?

¿Fue necesario un cierre por aire, mar y tierra, incluyendo el cierre del comercio fronterizo?
La respuesta a esas dos preguntas es NO, porque cuando te planteas un objetivo debes tener control de las variables envueltas, los recursos y medios disponibles para su consecución. Y ni siquiera el gobierno de facto haitiano tiene control sobre ninguno de los factores y medios para lograr la paralización de este.

Resultados fallidos.

El impacto social y económico ya se está sintiendo en quiebra de productores, comerciantes, transportistas e impacto en industrias como las de CODEVI, localizada en Juana Méndez, del empresario dominicano Fernando Capellán que ha tenido que cerrar sus puertas.

Solo en el renglón de exportación de huevos se han perdido mil millones de pesos, según la declaración del ingeniero Enmanuel Escaño, presidente de la Asociación de Productores de Huevo (ASOHUEVO), Moca, provincia Espaillat.

El impacto ambiental está relacionado con el diplomático, debido a que el manejo tanto del lenguaje poco diplomático como de las medidas adoptadas, han deteriorado las relaciones bilaterales entre los dos países.

El gobierno dominicano debió tomar en cuenta el factor crucial como lo es el colapso del Estado haitiano y su absoluta falta de control sobre el territorio y la población que lo habita.
El señor de La Llera o el extraño sicario de la pluma.

Sicario proviene del latín sicarius que, a su vez, deriva de sica que es una daga o espada corta que era usada por asesinos durante el Imperio romano. En el caso del extraño personaje a sueldo del gobierno dominicano que entra en el debate político dominicano no es un sicario que utiliza una sica para asesinar físicamente, sino que utiliza su pluma a sueldo para intentar en vano de dañar reputacionalmente al expresidente Leonel Fernández.

El señor Juan José de la Llera, según un escrito del arquitecto Joaquín Gerónimo, “… según su hoja curricular y de servicios profesionales en venta, se especializa en estrategias y campañas de comunicación corporativa, administración de crisis reputacional, intermediaria entre el cliente y sus audiencias; consultoría para aquellas entidades que requieran reputación pública adecuada para alcanzar sus objetivos de negocios”.

En su segundo artículo, aparecido en este prestigioso diario, de fecha 20 de octubre del año en curso, el extraño sicario de la pluma, el señor de la Llera dice que el expresidente Leonel Fernández “… se le denota espídico y sin apuntar claro a sus objetivos”.

Espídico es un adjetivo que significa “Nervioso, alterado, que no puede parar de hacer cosas…” (https://www-wordreference.com)
¡Caramba!, lo que significa ser un extraño sicario de la pluma a sueldo que escribe desde un planeta desconocido y ni siquiera se ocupa de conocer como administrador de crisis reputacional al líder al cual intenta atacar. No advierte que está describiendo a su cliente, el gobierno, que tiene una verdadera crisis reputacional por la crisis del sistema de salud, de educación, del Metro de Santo Domingo, del sistema 911, del galopante endeudamiento externo, de los altos precios de la canasta básica familiar, de la caída de la compra de bienes duraderos, de la baja inversión del gobierno en gasto de capital, de la inseguridad ciudadana.

Y para ya estremecer el espíritu nacional, aparición macabra de cadáveres de infantes que frente a cementerios, así como los terribles infanticidios por los fallecimientos por dengue.

¡Dios mío!

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